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sábado, 7 de septiembre de 2013

QUE NO SON AROS... QUE SON CADENAS...



Mientras escribo estas palabras se decide la celebración de los juegos olímpicos en mi pueblo... en este Madrid que inventó aquello de "¡Vivan las cadenas"!... ese grito que ya es leyenda en esto del miedo y la estupidez humana.

Hoy, según dicen, un 90% de nosotros anhela que Madrid sea bendecida por otro Fernando VII "El deseado"... otro poco más de lo de siempre... la muchedumbre celebrando jubilosa la llegada de lo que no existe... la promesa de un plato de lentejas, de un trabajo de verano mal pagado, de 500 euros por doce horas sirviendo copas... el consuelo que da lo malo conocido... y que se haga lo necesario para que lo inaceptable no lo parezca tanto.

El que sepa que rece para que hoy quedemos compuestos y sin novia, con esa cara de imbécil que solo el español es capaz de poner al enterarse de que lo prometido es otra vez deuda... al comprobar que ese país de mentira vuelve a ser lo que siempre ha sido... el prostíbulo de otros... el cortijo de otros... el casino de otros... el chiringuito cutre y grasiento que nos nos dejan dejar de ser.

No son pocos los que con solo nombrar la palabra mágica olvidan en qué clase de país malviven... se olvidan de quienes son los que nos ofrecen ese olímpico caballo de Troya repleto de todo lo que nos ha traído hasta aquí... olvidan la indecente catadura de esa calaña que recibirá con las zarpas abiertas un nuevo mar de dinero público con el que continuar sus fechorías... olvidan (sin esfuerzo) a esa niña de Rajoy que recoge tapones de plástico para pagar esa operación que la salvará la vida... olvidan que docenas de miles de niños solo comen lo que les dan en el colegio... olvidan las desigualdades, la injusticia, la impunidad, la corrupción... olvidan todo eso que hace apenas un mes les escandalizaba, y se quedan con las fanfarrias.

Para el que no me crea, para el que piense que esta es otra más de mis salidas de pista... solo una pregunta: ¿Cuántos debates se han celebrado en los grandes medios acerca de los pros y contras de la organización de unos juegos olímpicos en una ciudad como Madrid? Supongo que no hace falta que nadie conteste.

Medalla de oro en mentiras...

Los juegos no gozan de un apoyo mayoritario entre los ciudadanos (menos aún de los más desfavorecidos).
No están construidas la mayor parte de las infraestructuras necesarias, no hay estadio olímpico, no hay villa olímpica ni su correspondiente equipamiento, no hay complejo acuático, la archicostosa Caja Mágica precisa de una segunda gran remodelación... en total se calcula un desembolso de más de 5.000 millones de euros... que traducidos del idioma de la casta al nuestro podrían cuadruplicarse... 

¿Puestos de trabajo?

Claro que los habrá... seguramente una cifra entre los 50.000 que anuncian en Telecinco y los 400.000 de Telemadrid... todos tan indefinidos como quiera el mes de agosto... todos tan bien pagados como permita esa reforma laboral tan oportuna según la cuál no estar asegurado y ganar 200 euros por jornadas de diez horas, es la letra de oro en esa ley que nos sacará de la miseria para siempre.

No hay dinero para educación... no hay dinero para sanidad... no hay dinero para investigación... ni siquiera para proteger a los que no pueden cuidar ni de sí mismos... pero sí que lo hay para inaugurar una nueva feria de la canalla... otro capítulo en "La increíble historia del reino de las casas sin gente y las gentes sin casa"

¿Esperanza?

Pues claro que la hay. Los representantes de este maltrecho país... esa espesa mezcla de mermados mentales y delincuentes de medio pelo... los sumos doctores de la o y el canuto... los paladines del paraíso del doping... afirman tener entre sus garras los votos necesarios no ya para ganar, sino para arrasar... ¿qué mejor señal del afortunado descalabro que nos espera?




Hace una mañana estupenda... mientras escribo, Óscar sigue colgado de su farola para que no se continúe sacando a familias de sus casas, para que esa olímpica estafa solo quede en un susto... las legiones de cobardes-imbéciles siguen a salvo en sus casas... y aquí, en la Puerta del Sol, una compañía entera de la policía cuida de todos nosotros... nos quejamos de vício.






2 comentarios:

  1. Cuánta razón tienes y qué bien expresado. Yo me alegro de que haya ganado Tokio. Es un alivio... Saludos

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