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lunes, 25 de noviembre de 2013

SE BUSCAN TERRORISTAS



Mediante la presente, se solicita la colaboración de los ciudadanos para que aporten cualquier información relativa al grupo terrorista responsable del reciente atentado en Galicia.

Hasta el momento se desconocen tanto los nombres de los criminales como su paradero, pero según fuentes consultadas, las investigaciones avanzan por buen camino y el cerco se estrecha en torno a los responsables. 

Por otra parte, los encargados de la investigación afirman que en breve se tomará declaración a los testigos principales... en cuanto el señor cura pueda cerrar la boca para poder decir palabra y el hombre de madera vuelva en sí.

El propio presidente del gobierno, Don Mariano, ha declarado en su pantalla de plasma que la justicia será implacable, que no está dispuesto a tolerar tamaños desmanes, y que se encargará personalmente de cobrar a los sanguinarios vándalos una multa especial que a falta de estudio, oscilará entre los ocho y nueve trillones de euros.

Como no podía ser de otra forma el ejecutivo ha decretado dos siglos de luto en todo el estado, periodo durante el que los señores diputados lucirán bragueta a media asta y un brazalete negro sobre los ojos.

Galicia entera ha quedado consternada ante la virulencia del ataque a las instituciones y la misma democracia. Por tanto, y desde este humilde medio, no puedo sino dejar patente mi pesar y mi solidaridad con el hombre del espacio y su amigo de madera, así como con el señor párroco... que los culpables no queden sin castigo y sea borrada de una vez esa imagen falsa de una España sin ley ni justicia... que todavía queda mucho de nuestra pasada grandeza... y si no... que venga Dior y lo vea.






Última hora... se rumorea que el grupo terrorista es conocido en la comarca por el nombre de Fanfarria Taquikardia... y que las armas empleadas son "A las barricadas" y "El coche fantástico". Fin de la cita...



sábado, 23 de noviembre de 2013

NUEVAS DEGENERACIONES


Que no... que no miento... que es que se me acaban las palabras... que esto no es sólo ridículo... que es otra mamarrachada más cortada a la medida del cliente... ese cliente que sonríe al enterarse de que Belén Esteban vende una edición de su libro al día... ese ilusionado militante que ya avista los dichosos brotes verdes... ese que ante el mínimo reproche, justifica las chorizadas de los propios con eso de "y ellos más"... ese que recuerda orgulloso el camino recorrido durante la transición... ese respetuoso cliente que defiende a las instituciones como si de su precario contrato de trabajo se tratara... ese responsable ciudadano que aún hoy se siente protegido por su democracia.

Es un reclamo... así de simple, un reclamo para el ganado... una llamada para que las reses asustadas se reagrupen y formen prieto rebaño... y se crucen entre ellas... porque los degenerados de siempre van cumpliendo años y de tanto destrozar vidas comienzan a sentirse agotados.

Es la hora de la reproducción, de la transformación masiva de idiotas en sociópatas... y así renovar la calaña... otra vez.








NOTA: Otro día el vídeo del PSOE, que hasta mi estómago tiene un límite...



martes, 19 de noviembre de 2013

YO EMIGRANTE



Hace ya unos días me enviaron esta carta, carta que según me dicen está siendo perseguida y censurada por nuestros amos, carta que cuenta lo que un emigrante español lleva en las entrañas, carta que nos trae noticias de como somos. Nada bueno, os prevengo, nada que nos haga sentir mejor... sino más bien todo lo contrario. De modo que si aún ahora, tu ánimo no ha sido triturado con ese rodillo diario de las malas noticias, tal vez puedas con otro mal trago... estás invitado a una ronda de miseria... que paga la casa.



Soy emigrante y siento puta vergüenza.


"Soy español, tengo 37 años. Soy emigrante en Uruguay y lo tengo que decir: me avergüenzo de mi país y de su gobierno.


Hace siete meses que vivo en Montevideo. A diferencia de otras ocasiones en las que he salido fuera, no lo he hecho con una beca, un contrato de prácticas o un trabajo con la cooperación. Esta vez he emigrado con mi compañera, hartos de la falta de perspectivas, de la depresión colectiva, del constante desgaste que supone intentar moverse en una ciudad pequeña. Nos hemos ido siendo conscientes de que somos también privilegiados: una indemnización por despido y una serie de préstamos de familiares y amigos nos han permitido salir del país con mayor probabilidad de encontrar trabajo que mucha otra gente en nuestra situación. Somos, en resumen, dos más dentro de la marea de 700.000 personas que han abandonado España desde el año 2008.

En estos siete meses, Uruguay nos ha acogido amablemente. Las elaboradas historias que habíamos ensayado para justificar en el aeropuerto por qué llevábamos un billete con vuelta para un año después y tantas maletas no hicieron falta en absoluto. La gente que pregunta por qué estamos aquí nos desea mucha suerte y no son pocos los que dan consejos útiles o pasan ofertas de trabajo. No hemos visto una sola mala cara, un comentario de temor hacia el recién llegado. Es más: a las tres semanas de aterrizar ya teníamos una cédula de identidad provisoria que nos habilitaba a hacer todos los trámites de instalación. En cuatro meses mi pareja había encontrado trabajo como periodista. Ayer me llamaron del ministerio de Cultura local: había ganado uno de los concursos a los que me había presentado para un puesto de técnico cultural. Estamos hablando de un empleo público. Yo, un inmigrante recién llegado, he podido optar en igualdad de condiciones en una convocatoria de empleo. Algo impensable en España para un uruguayo que emigre a nuestro país. Primero, porque no hay empleo público que valga. Segundo, porque las dificultades que les ponemos para conseguir papeles son inimaginables para nosotros. Y es algo que me da vergüenza, propia y ajena.

Me da vergüenza ajena porque esta mañana he leído que nuestro gobierno, el gobierno de España, el gobierno de mi país, que está mandando gente fuera a paladas, ha reinstalado vallas con cuchillas en la frontera de Melilla con Marruecos. Para evitar “los asaltos”, informa el que fue el diario independiente de la mañana. Los asaltos. Se refiere a la gente desesperada por encontrar una vida mejor. Gente como nosotros, con una salvedad: ellos son (más) pobres. Y como son pobres, merecen que les pongamos sistemas medievales de contención que no aplicamos ni a los animales en el campo. Las fotos son para vomitar. Restos de ropa ensangrentada. Hojas afiladas como cuchillos de carnicero. Un país de emigrantes, que es lo que somos, practicando la mutilación como política migratoria.




Una imagen vale más que mil palabras: una puta vergüenza.
Una imagen vale más que mil palabras: una puta vergüenza.


Me da vergüenza propia al recordar una mañana de junio de 2010 en la estación de metro de Legazpi, en Madrid. Unos policías pedían la documentación a determinados viajeros. A los que de raza negra o con rasgos latinos. Solamente a estos. Me quedé 20 minutos haciendo estúpidamente como que leía el periódico. En ese tiempo identificaron a seis o siete personas. Solo por su aspecto. No me atreví ni a preguntar ni a intervenir. Supe que aquello estaba mal. Que los dos chicos que se llevaron detenidos no habían hecho nada malo más allá de ser de fuera. De tener un aspecto distinto. Luego leí más y descubrí que es una práctica habitual: en España, si tienes la piel oscura, verás a la policía mucho más frecuentemente. Y me da una puta vergüenza que no consigo describir.



¡No te preocupes! ¡Solo te paramos si eres extranjero! ¡Esto es una democracia!
¡No te preocupes! ¡Solo te paramos si eres extranjero! ¡Esto es una democracia! Fuente


Salgo de mi casa y el señor de la abarrotería de la esquina, que siempre me llama gallego de forma afectuosa, me saluda con una sonrisa. Y me vuelvo a avergonzar. Recuerdo los panfletos que un grupo de imbéciles, porque no merecen otro nombre, habían dejado en las aulas de la facultad donde, como buen parado treintañero, hacía el doctorado. Daban una “respuesta estudiantil” a la crisis basada en culpabilizar al emigrante, en criminalizar al diferente. Dos de ellos repartían folletos en la entrada y les pregunté que por qué lo hacían. Me miraron como si fuera un extraterrestre: “porque los panchitos nos quitan el trabajo”. En Valladolid. Que tiene 54.000 parados. Que ha mandado a 20.000 personas al exilio (en ese momento todavía no imaginaba que yo sería uno de ellos). Asco y vergüenza, es lo que me provocaron esos dos niñatos con sus banderas de España y todos los que son como ellos, intentando sacar partido de la crisis.




Efecto de las cuchillas en Melilla. ¿El crimen de este hombre? Pues el mismo que el mío: aspirar a una vida mejor.


Efecto de las cuchillas en Melilla. ¿El crimen de este hombre? Pues el mismo que el mío: aspirar a una vida mejor. (foto @Sergiocarofoto


Hoy mis compañeros me han felicitado efusivamente por mi nuevo trabajo. Para sacar algo de dinero he hecho de figurante en una ópera. Cosas de la emigración. Mientras me palmeaban la espalda, de nuevo he sentido vergüenza al recordar una reunión de coordinación en la embajada de España en Guatemala. Desde la oficina de cooperación habíamos mandado, con una beca, a una brillante estudiante de posgrado guatemalteca para participar en un curso de verano en la Complutense. Con todos los certificados y papeles necesarios para que no hubiera problemas, pero, como era habitual, los hubo: al bajar del avión, un policía nacional se fijó en su huipil, el traje típico de los indígenas mayas. La llevaron a la comisaría de Barajas y la tuvieron 72 horas antes de deportarla de vuelta al país. Sus compañeros de viaje, más blancos, en cambio no tuvieron ningún problema. El embajador, una buena persona y un buen profesional -algo no muy abundante en nuestro ciclotímico servicio exterior- no daba crédito. Llamó al comisario jefe de Barajas, que le dio largas. Le exigió explicaciones al teniente de la Guardia Civil de servicio en la embajada, que prometió enterarse “de que había pasado”. Al salir de la sala de reuniones se formó un corrillo y el hombre, encogiéndose de hombros, comentó como si fuera muy evidente “claro, es que…si vas vestido de indio, lo normal es que te paren”. Así como suena. Un funcionario público. Un tipo con 20 años de servicio. ¿Cómo no va a tener prejuicios racistas el policía de 25 años que se acaba de sacar la oposición? Una puta vergüenza, es lo que me pareció en ese momento, y lo archivé en la categoría de anécdotas de embajada. Ahora, consciente de que es un patrón recurrente, la vergüenza me la aplico a mí mismo por no haber interrumpido y haberle, por lo menos, mandado a la mierda.

Repito: me avergüenzo porque somos un país de emigrantes. Emigramos en masa a América Latina a finales del XIX y principios del XX. Nos exiliamos por decenas de miles después de la guerra civil, de nuevo en este continente, y aprovechamos para mandar fuera a la flor y nata académica e intelectual del país. En los años cincuenta, otra vez, emigramos por millones a Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda o Francia. Y ahora volvemos a hacerlo, en una curiosa mezcla de mareas migratorias: licenciados con idiomas, como en el 39, buscando cualquier trabajo, como en el 52. Y mientras tanto nuestros gobiernos siguen comportándose como nuevos ricos con los que vienen a España: exigiendo trámites interminables, demorando absurdamente los papeles, prejuzgando por el tono de piel, convirtiéndolos en objeto de discriminación y rechazo, jugando al señorito andaluz que arruga la nariz ante la pobreza porque en el fondo le recuerda que no hay demasiada diferencia entre España y los países a los que nos vamos (o mejor, a los que nos echan), y que nos acogen con generosidad, en busca de un futuro que ellos nos niegan.

Cuchillas en las fronteras, redadas racistas, leyes discriminatorias. No reconozco a mi país ni a su gente en estas medidas: va siendo hora de pensar en reventar, también, la burbuja de ignorancia represiva que nos están aplicando. Por ellos y por nosotros, por los que nos vamos y los que os quedáis. Pero mientras tanto, de verdad, qué vergüenza"

Nada como una visión de nosotros desde el otro lado de nuestras miserias... de nuestras alambradas... nada tan real y tan doloroso como mirar hacia adentro... cuando sólo se tiene miedo.



lunes, 18 de noviembre de 2013

LA IGLESIA NEGRA


Hay muchas iglesias... las hay de todos los colores... pero no están en ésta. (Y conste que lo dice uno que últimamente no se lleva muy bien con su hombre del espacio)

Hay iglesias sin sotanas que reparten comida caliente cada noche entre los que nada tienen... no miento, lo juro... que los he visto por mi calle... a eso de la media noche... con sus carritos, sus termos y sus tarteras... parándose un rato para charlar con los invisibles que se aprietan en cada soportal.




Hay iglesias que van llamando de puerta en puerta y recogen ropa para dar abrigo a los descamisados... aunque de paso les arropen con algún que otro sermón.

Hay iglesias siempre abiertas para que los vecinos se reúnan y resuelvan sus problemas... para dar techo a quien no lo tiene... aunque sea por una noche.

Pero nadie habla de ellas... los unos porque les dejarían en evidencia ante sus fieles... los otros porque en su mundo de etiquetas todo ha de quedar bien simplificado y sin matices. Nadie parece caer en la cuenta de que no hay mejor arma contra la mala fe que destapar su cara opuesta, la que obra como predica, la que no tiene dobleces, ni boato, ni cálices de oro y plata, ni cayado ni rebaño... porque no los necesita.




Hay iglesias despiadadas... las mismas que bendecían (y bendicen) fusilamientos y matanzas... las mismas que se inclinaban ante el terrateniente y reconfortaban a los desarrapados diciéndoles que su desgracia no era más que amor de su patrón... las mismas que ordenaban la fila de harapientos para que el señorito les regalara medio duro de amargo aguinaldo... las mismas que nunca entendieron el rencor de sus fieles, cuanto menos su venganza.




Hay iglesias olvidadas... más que olvidadas, enterradas. Iglesias encarceladas en prisiones como la de Zamora, donde tras la guerra y muchos años después, miles de curas pagaron con la vida el haber cambiado la sotana por un mono de trabajo, el no dar nombres de otros curas rojos, el no arrodillarse más que ante su Dios.

Hay iglesias ciegas... de las que no quieren ver... de las que levantan templos de oro mientras millones de familias carecen de todo... mientras cientos de miles de niños apenas tienen qué comer.




Hay iglesias que claman contra el aborto... a sabiendas de que las mujeres seguirán abortando... unas cayendo en manos de algún carnicero y arriesgando la vida en oscuras clínicas clandestinas... otras reservando habitación en el mejor y más exclusivo hospital privado que la chequera de papá pueda permitirse. Eso sí... clamarán por el derecho a la vida sin acordarse de los vivos... sin acordarse de clamar también por políticas que prevengan el embarazo no deseado, sin exigir ayudas dignas a las madres sin recursos, ni apoyo económico a las familias numerosas... solo argumentando que un huevo es una gallina y cubriendo de besos el crucifijo.

Lo dicho... las hay de todos los colores... pero hoy en Madrid, sólo se deja ver ésta... la de olor a rancio y vieja sacristía... la que envía 3000 rosarios a Filipinas para que los niños coman y beban de ellos... la de "¿Para qué matar niños si podemos robarlos?"... la de "No te toques eso que te quedas ciego"... la de "Aguanta mujer, que lo hace porque te quiere"... la del pecado original y los encubridores de pederastas... la reseca costra que tanto cuesta levantar y que tanto daño nos ha hecho... la iglesia que si lo hubiera, el demonio habría elegido para sí... la iglesia sin alma... la iglesia negra.



Por el sagrado derecho de desangrarse sobre la mesa de la cocina...








miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA LECCIÓN DE JORGE



En la Puerta del Sol de Madrid... hace cinco minutos...

Esto es lo que queda de la protesta que murió aplastada por el gran árbol de la navidad... un cartel en la verja, unos pocos cartones en el suelo, y basura... basura por todas partes. Tanta basura ha quedado, que apenas se ve... pero se huele.

Pese a lo mucho que la protesta ha interesado a  los medios de comunicación de varios países, la prensa española ha preferido callar. De Jorge Arzuaga, el ingeniero de 25 años que durante un mes ha protestado con su huelga de hambre contra la injusticia y el absurdo que nos desgobierna, saben mucho más en el extranjero que aquí en España.

Esos que contra toda lógica, insisten en seguir llamándose periodistas, se han encargado de que el sacrificio de Jorge apenas haya tenido repercusión en los medios. Esos, los que por propia voluntad, o convencidos de que prostituyendo su profesión conservarán estatus y medio sueldo... esos digo, han resultado fundamentales para que el ejército de los psicópatas se haya salido con la suya... otra vez.

Por eso, y aprovechando que se acerca el tiempo de los deseos y los nuevos propósitos, pido a quien corresponda, a Dios o al Diablo, que descargue sobre los que venden su dignidad profesional por un triste plato de lentejas todo el dolor, toda la desesperación, toda la enfermedad, y toda el hambre que sus miserables cuerpos resistan... que no mueran, eso no... pero que padezcan lo que procuran, porque sin su inestimable colaboración, este infierno en la tierra no sería posible.

Para Jorge, y para esas cinco personas que le acompañaron en su huelga de hambre poniendo en peligro su salud, para ellos mi más sincero reconocimiento, porque no solo han soportado hambre, lluvia y frío, sino que han tenido la valentía que a los demás nos falta... porque muy valiente y muy de bronce hay que ser para soportar las penalidades que han pasado mientras escuchaban ladrar a los perros... esos perros bien domados que han tachado su decisión de inútil, de absurda, de ridícula, o simplemente de romántica.

“Nos están recortando derechos todos los días y no parece importarnos… Nos mueve siempre el miedo, nos aferramos al trabajo y casi tenemos que dar gracias por tener un trabajo... ¿Dónde están los seis millones de parados?... Nada ni nadie podría con ellos...“

Ha repetido Jorge una y otra vez a quien le quisiera escuchar... pero hay un detalle muy importante que tal vez por su juventud y su buena voluntad olvida.

Verás Jorge, en términos generales, este no es el país que nos contaron, esta no es la cuna de los valientes y honestos hijos de Don Pelayo y Viriato... esto es un experimento genético dirigido por una inteligencia desconocida y algo sádica. Los españoles, en contra de lo que dice la propaganda patriotera, somos una raza de cobardes... pero no de unos cobardes de medio pelo, sino más bien la concienzuda y milenaria selección que la historia ha realizado entre nuestros ya miserables antepasados.

Somos el país que más veces ha separado el grano de la paja, somos los españoles los que más guerras civiles hemos sufrido, somos expertos en expulsar y exterminar al valiente y honesto... y hacer prevalecer al apocado, al ruin, al embustero, al servil, y al despreciable.

Expulsamos al judío y al árabe que no renegó de su naturaleza... y nos quedamos con los sumisos.

Partieron a las Américas los más valientes, los intrépidos, los osados, los criollos que no volvieron, los que hicieron revoluciones y soñaron con ser libres... y quedaron aquí los pesebreros, los apocados, los cortesanos, los reyes y las deformaciones que llamaban hijos.

En nuestras innumerables guerras murieron los comprometidos (confundidos o no), los honestos, los que entregaron la vida por sus principios (legítimos o no), los que antepusieron su mundo soñado a sus intereses y los de sus familias... y sobrevivieron los traidores, los canallas, los especuladores, los sin entrañas, y los parásitos...

Y gracias a esa constante selección natural (salvo raras excepciones) nacemos como somos... y de entre nosotros triunfan los peores... y de entre los peores de entre nosotros... nacen los que nos gobiernan.

Una de las personas que se han unido a la huelga de hambre de Jorge se llama Gisela... una madre de dos hijos que lleva un año y medio en el paro. Dice que su situación todavía no es desesperada, que sabe de otros que están aún peor y quiere ayudarles... que prefiere estar en la Puerta del Sol a quedarse en casa sin poder hacer nada.

La naturaleza también falla.





sábado, 9 de noviembre de 2013

EL MILAGRO DEL DÍA


Entre tanto ruido alguien habla... despacio, con calma y firmeza... habla de ti y de mí... de ciertos problemas y posibles soluciones... de nosotros cuando nos preguntamos qué nos está pasando y qué podemos hacer para que no nos pase... habla de dónde buscar nuestra fuerza  y nuestra flaqueza... de las miserias que arrastramos y casi nadie reconoce... y cuanto más habla, mejor se le entiende.

Ese es el milagro.






lunes, 4 de noviembre de 2013

DE MINERO A MINISTRO



He encontrado una carta... es para ese ministro, el de industria energía y turismo... ¿cómo demonio se llama?... si hombre, ese que se parece a Aznar, pero en estirado... ese que lleva más de treinta años dándolo todo por mundo de la política, el que perjuraba diciendo que el meridiano de Greenwich pasaba por Canarias... que sí hombre... 

Ese que en 2006 y 2007 fue relacionado con varios casos de corrupción urbanística en los municipios grancanarios de Mogán y Santa Brígida... aquél que en 2008, y por los mismos motivos, volvió a vérselas con la justicia a propósito del "Caso Eolo"...

Calla, calla... que lo tengo en la punta de la lengua...
Que sí hombre... ese que en septiembre de 2008, siendo alcalde de las Palmas, resultó condenado por imputar con mala fe los delitos de calumnias e injurias a un ingeniero y empleado del Cabildo que le denunció por haber tratado, supuestamente, de favorecer a la empresa privada que habría pagado el alquiler de su vivienda familiar durante 21 meses hasta que fue acabada su nueva residencia de Tafira, (lo que luego se denominaría en los medios como "Caso del Chalet")

Ese... el que en abril de 2009, fue denunciado por el periodista Carlos Sosa Báez (Canarias Ahora) por cohecho, trafico de influencias, prevaricación, falta de celo en la custodia de documentos públicos, falsedad documental, falso testimonio y receptación... en complicidad con su hermano Luis (ya ex Consejero de Industria del Gobierno canario), su esposa María del Carmen Benítez, y el ex presidente de la Autoridad Portuaria José Manuel Arnáiz.

Ese... ese mismo... el del "Caso Salmón"... al que el Fiscal anticorrupción de Las Palmas encausó por un supuesto delito de cohecho al favorecer al empresario noruego Bjorn Lyng, propietario de la empresa Anfi del Mar... el que fue invitado junto con su familia, a un estupendo viaje a Suecia, Austria y Noruega para pescar salmón durante el verano de 2005... ese que se libró de tamaño embrollo porque el juicio no comenzó hasta 2009 y en España ese tipo de delitos prescriben a los tres años...

¡Ya lo tengo! ¡Pues claro hombre! ¡Juan Manuel Soria! Ese es su condenado nombre...

Bueno, pues eso... que he encontrado una carta para el ministro Soria, ese que afirmaba hace bien poco que los mineros eran unos "trabajadores privilegiados". Es la carta de un nadie... uno de esos tiznados malencarados que con muy malos modos echaron a su excelencia del hospital durante su visita a los heridos... los supervivientes del "accidente" que hace unos días les costó las vidas a seis privilegiados mineros.





















    

"Al Ministro Soria:

Lo que llevan estos mineros colgado al cuello y enchufado a la boca se llaman autorescatadores. Antes de que los tengan en la posición que ve usted, tuvieron que sacárselos del cinturón, desprecintar la carcasa metálica en la que están metidos, colgárselos al cuello, ponerse el aparato en la boca, la pinza en la nariz y aguantar la primera patada en el pecho que pega la primera bocanada de aire caliente que produce el aparato, debido a una reacción química de los componentes que lleva en su interior. 

Si les da tiempo a hacer todo esto, nerviosos, pensando que tienen la muerte cogiéndoles la mano para llevárselos, y sin respirar la atmósfera tóxica del grisú, de momento, están salvados. Ahora tienen que alejarse de allí, o intentar salvar a a algún compañero en dificultades. Porque por si usted no lo sabe, en la mina hay trabajadores, pero sobre todo hay compañeros. 

Estos autorescatadores tienen una autonomía máxima de 35/40 minutos dependiendo del esfuerzo que se realice, y si el minero "solo" tiene que alejarse de allí,  andar por una rampa o galería de una mina, no es lo mismo que estar con los cojones sentados en una confortable silla de un ministerio o un asiento del Congreso. En estos, no tienes que subir o bajar agarrado de mamposta en mamposta, dando por supuesto que están seguras, pasar por sitios que posiblemente no te quepa más que tu cuerpo, con la suerte que no te enganches en algo... en el caso de las rampas y en el caso de las galerías  no están lisas, pulidas y brillantes como su despacho. En las galerias hay piedras, barro, charcos, baches... 

Como usted podrá suponer, porque es muy listo, no son lo mismo 35/40 minutos, tocándose los cojones que andar por una mina. No le digo, porque sigue siendo usted muy listo, si el minero tiene que auxiliar a un compañero en dificultades. A mayor esfuerzo, mayor respiración y menor duración de la autonomía del autorescatador, por tanto menos tiempo para ponerse a salvo. 

Le explico todo esto, aunque no lo leerá nunca, o quizá si, porque alguien se lo haga llegar, porque usted calificó a los mineros de privilegiados. ¡Pues manda cojones con la concepcion que tiene usted de un privilegiado!¿Entonces usted que es? Se lo digo yo. Usted es un hijo de la gran p... que ademas de no tener ni puta idea de lo que es el trabajo en la mina, no conoce la idiosincrasia de los mineros. Usted es un hijo de la gran p... que quiere acabar con el sustento y el futuro de un montón de familias que lo único que quieren es trabajar. Usted es un hijo de la gran p.. que el único accidente que puede tener en su trabajo es que le caiga un boli o un aipad en un pie. Usted es un hijo de la gran p... que no tuvo cojones a darles cara a los compañeros que estaban en la plazoleta del pozo, en el reciente accidente de León.

¿El dar la cara no le entra en el sueldo? Por último, no se lo tome usted a mal y vaya a decir que en algunos momentos le insulto. Nada mas lejos de mi intención el recurrir al insulto. Donde usted pueda suponer un insulto yo simplemente pongo una definición y por supuesto todos mis respetos para su querida madre, que no tiene la culpa de tener un desgraciado por hijo"


PDTA:

Dicho queda... solamente resta hacerle llegar mi agradecimiento Señor Ministro (ya se me ha vuelto a olvidar su nombre)... darle ánimo para que insista y no ceje en su labor, porque de cosas como esta y de hombres como usted terminará por venir lo que ya es casi inevitable, lo que ha de librarnos por fin, de tantos siglos de podredumbre, de los míseros y su miseria, de los inmundos y su inmundicia... 

Que el futuro le sitúe en tanto y tan alto como bien se tiene merecido... (y que estas navidades no le caiga ninguna corbata)















viernes, 1 de noviembre de 2013

350 COLGADOS DE UN PUENTE



Para ti, ciudadano responsable... para ti que ni sabes ni quieres saber... para ti que te conformas mal viviendo con lo poco que te damos y renuncias a lo que por derecho es tuyo... que ya es nuestro.

Para ti nuestro más sentido reconocimiento, porque sobre tus hombros se sostiene esta democracia que un día os regalamos... o mejor dicho, esta versión bipartidista de una amable dictadura que en vuestro pobre paladar sabe a democracia... y que gracias a ti, gracias a los que son como tú, nunca tendrá final.
Lo sabemos... tal vez sea mucho pedir, pero te rogamos que a pesar de todo, continúes siendo como eres. Justifica nuestros desmanes, recurre si es necesario al "los míos sí, pero ellos más", protégenos de los descreídos, repíteles cuantas veces sea necesario que este es el mejor de los sistemas posibles, que esto aún no es una dictadura porque podemos hablar de ella... diles que no interfieran en el orden natural de las cosas, que no pongan en peligro los indudables logros... que con nuestros defectos y virtudes, somos lo único que os separa de esos pavorosos infiernos que se asoman cada día al telediario.

Sé fuerte y mantén la calma... cuando te reúnas con tus amigos nunca reconozcas esos sacrificios que ya no son pequeños, esas derrotas que solo reconoces con la luz apagada y la cabeza en la almohada. No cuentes que ya no cenas para poder comprar ropa a tus hijos, esconde eso también... o mejor, escóndelo todo, que nadie sepa que aunque todavía conservas el trabajo, ya no llegas ni a mediados de mes. Disimula cuanto puedas, que nadie note que tu cartera ya no te permite pagar esas cañas de siempre, presume de que has dejado de fumar al fin, de que por fin has encontrado esos viejos zapatos en el fondo del armario... aquellos tan cómodos.

Sé feliz dentro de lo posible, no escuches a los que solo traen malas noticias y ahórrate el disgusto de reconocer que te estamos robando, que estamos destrozando tu vida y las vidas de esos millones a quienes ni siquiera conoces... ¿de qué te serviría? Tú y nosotros sabemos que no harás nada por impedirlo... que los otros tampoco lo harán... sabes que es inevitable... es algo que siempre ha pasado... y nunca va a cambiar.

La pasada semana firmamos la demolición del futuro de tus hijos... ayer destrozamos tu sanidad... esta misma tarde te arrebatamos tu pensión... y aunque no lo creas, todo por tu bien, por el bien común... el tiempo nos dará la razón.

Así que ya lo sabes... espéranos bien arrebujado entre tu miedo y tu disimulada miseria... guardanos la finca... que hoy empieza el puente y hay que aprovecharlo... pero el lunes, sin falta,  volvemos a lo nuestro... que es tu ruina.