Uno de los datos más asombrosos es que, en contra de lo se creía, estas enormes edificaciones no fueron levantadas por esclavos, sino por una especie de funcionarios, empleados por el estado faraónico que eran pagados con algo parecido a nuestro fondo de gasto social.
Pero lo más curioso de todo es que al ser proyectadas, las pirámides no eran tales, sino unas enormes torres parecidas a nuestros rascacielos.
Lo que ocurrió es que a lo largo de los años los recortes sociales crecían y crecían... y los sueldos menguaban, menguaban...

Imagen: El Roto
Fuente de la imagen: La linterna de Diógenes
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