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miércoles, 12 de octubre de 2011

15 O

Me parece bien que un pensionista que haya cotizado treinta años tenga una pensión de 500 euros mientras que un político, por siete años cotizados, disfrute de un pensionazo en torno a los 74.000 euros (en el caso de los primeros espadas).

Encuentro lógico que estas pensiones millonarias no sean incompatibles con otros sueldos de la Administración o con otras actividades.

Creo adecuado que diputados, senadores, y una infinita lista de cargos públicos, disfrute del privilegio (aforados) de no responder ante la justicia si no es a través de un permiso expreso del parlamento, y que incluso en el caso de que este sea concedido, sólo serán juzgados por aquellos jueces que ellos mismos han elegido a dedo.

No me resulta escandaloso que no exista en este país una sola institución u organismo que pueda decirnos cuantos políticos hay en activo a día de hoy.

Es de justicia que la retención de las nóminas de diputados y senadores sea solamente de un 4´5%

No veo nada extraño en que se conceda una subvención de siete millones a fondo perdido a una casta de cocineros millonarios como Arzak o Aguiñano para que investiguen acerca de su identidad culinaria.

Estoy a favor de que las multas que la DGT impone a los políticos, dentro y fuera del trabajo, sigan pagándose con el dinero de todos. (Y además con recargo)

Creo necesario que una comisión del Congreso pida permiso para que 60 diputados viajen cuatro días a Canarias a estudiar el cultivo del plátano. (Si la obscena petición prospera, sus señorías se habrían embolsado 24.000 euros en dietas por cuatro días)

Nada tengo en contra de que José Luís Zapatero sea el único presidente de la UE que carga sus gastos vacacionales a los presupuestos estatales. (Viaja con 100 personas durante tres semanas)

Subscribo la iniciativa de José María Aznar para convertirse en el único ex presidente del Gobierno que ha solicitado el sueldo vitalicio que supone sentarse en el Consejo de Estado: 74.000 euros anuales.

No me preocupa la inexistencia de datos oficiales sobre la falta al trabajo de los políticos. (O no existen o nunca se han hecho públicos)

Veo acertado que los diputados puedan utilizar a su antojo y con cargo a las arcas del Estado, aviones, trenes o barcos. (Disponen de 5.000.000 de euros al año para viajes)

Es perfectamente explicable que José Bono cobre entre sueldo y complementos, 13.856 euros al mes, y en diez años, su patrimonio familiar engorde en nueve millones de euros. (Así quisiera yo mujer e hijos como los suyos)

No hay nada raro en que José Botella (cuñado de José María Aznar) fuera contratado en Bruselas, y desde las oficinas del PP en esa capital. (En el tribunal que lo examinó para funcionario estaba Gerardo Galeote, que presidía la delegación popular en Europa)

Alabo el trabajo de Jesús Caldera como ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Recibía y recibe 6.319 euros mensuales por su escaño en la cámara baja, donde redondea su sueldo como vocal de la Diputación Permanente y presidente de una comisión. Su mayor logro consistió en subir el salario mínimo a 600 euros. Cuatro años después, su sueldo era 10 veces superior a esa cifra, que recibía simplemente por no abrir la boca. Caldera no presentó ni una sola iniciativa ni intervino en el Congreso desde que comenzara aquella legislatura. Al final, cobró en 2009 más de 120.000 euros por los servicios prestados.

Aplaudo que nunca jamás se haya sancionado a ningún cargo político por incumplir el Código del Buen Gobierno. (Eso que se inventó para regular las buenas prácticas del Ejecutivo)

No tengo nada que objetar por el hecho de que Manuel Chaves cobre al año 81.155 euros por ser ministro, más una indemnización de 46.000 al año por abandonar la presidencia de Andalucía. O sea, 127.155 euros anuales. (Dos sueldos del Estado compatibles sólo para altos cargos. Para los demás españoles está prohibido por ley)

Encuentro legítimo que 52 políticos nacionales ocupen cargos en 74 fundaciones distintas: 31 por el PSOE, 28 por el PP y 4 por el resto de grupos. (La conservadora Soledad Becerril parece las más activa: es miembro del patronato de seis fundaciones)

Veo imprescindible que Alfonso Guerra Reina, hijo del ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, fuera elegido a dedo como asistente del vicepresidente del Parlamento Europeo, el socialista Miguel Ángel Martínez.

Es justo que Juan José Ibarretxe, ex lehendakari del Gobierno vasco, reciba unos 45.000 euros al año, la mitad de lo que ingresaba cuando era presidente, y que lo cobre de por vida. (Igual que todos los miembros de su ejecutivo)

No es en absoluto censurable que Rodrigo Rato, tras abandonar el FMI, regresara a España con una pensión vitalicia de 80.000 dólares anuales, sumados al sueldo de ex ministro que en 2006 consistía en apenas 37.070 euros mensuales. (Todo rematado con un sueldo en Bankia de 10 millones de euros al año)

Doy por bueno que se invirtieran 66,6 millones de euros en la celebración de las elecciones generales de 2008. De ese dinero, 44 millones fueron prestados por bancos españoles para financiar campañas publicitarias. (Los mismos bancos que ese año embargaron 60.000 viviendas por falta de liquidez, y dejaron a 180.000 personas sin techo. Sin embargo, los partidos deben a los bancos 144,8 millones de euros)

Admito que sólo el 33% de los diputados del Congreso se dedique en exclusiva a su labor política. El resto engorda sus cuentas corrientes con la participación en empresas privadas, fundaciones y colaboraciones varias. (Algunos, como el diputado del PP Miguel Ángel Cortés, aglutinan hasta 12 actividades extraparlamentarias)

Celebro que Leire Pajín, con solo 33 de edad, ya tenga derecho a una indemnización por cese de 85.000 euros anuales del Estado, que reciba 5.500 euros al mes por su trabajo al frente del PSOE, y que tenga derecho al 80% de su sueldo como ex secretaria de Estado de Cooperación (103.000 euros anuales con todos los complementos, a lo que hay que sumar 3.126 como senadora)

Considero apropiado que Jordi Pujol cobre 76.800 euros al año como ex presidente de Cataluña hasta 2014, y después una pensión de 57.600 euros durante el resto de su vida. (El ex ministro socialista Javier Solana podría cobrar al menos tres pensiones vitalicias)

Es razonable que cada parlamento autonómico, diputación o ayuntamiento fije el sueldo de sus cargos electos sin límite ni baremo alguno. (José Bolarín, alcalde de Ulea (Murcia), con 900 habitantes, cobra unos 4.000 euros. El de Ricote, cerca del pueblo anterior, se lleva 40.000 al año en una población que no alcanza los 1.300 vecinos. Y la alcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, cobraba más que el presidente del Gobierno: 84.462 euros al año en un ayuntamiento que estaba en bancarrota)

Hay más, muchísimo más… pero ya basta.

Si estás de acuerdo con una sola de todas estas afirmaciones, quédate en casa el 15 de Octubre.

Pero si una sola de ellas te resulta indignante, sal a la calle y exige que cambie.

Nadie lo hará por ti.




Imagen: rodcarrasco
Datos: La casta

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