Translate

jueves, 15 de noviembre de 2012

¿PARA QUÉ ESTAMOS AQUÍ?



Si nos atenemos a los cambios producidos un día después, podemos decir sin temor a equivocarnos que la huelga y la posterior manifestación... no han servido para gran cosa.

Y aún siendo cierto que sentirse parte integrante de algo tan grande reconforta al más cetrino... no lo es menos que los millones de personas indignadas que han llenado las calles han dado un claro mensaje... pero mucho me temo que ese mensaje ha quedado en el aire, sin llegar a su supuesto receptor.

Otra vez, PP y PSOE (ante la atenta mirada del resto) venden como pueden la burda representación de una negociación que no existe... su acuerdo ya fue firmado hace tiempo... y en su estricto cumplimiento andan enredados. Los dictados de los mercados no han variado en lo más mínimo, la estafa continua, el paro sigue en aumento, las condiciones laborales no han mejorado, la corrupción galopa a sus anchas... esos paramilitares llamados eufemísticamente policías antidisturbios continúan siendo imposibles de identificar... y no termina de escampar.

Hoy, con la amanecida de la mayor manifestación de los últimos treinta años, casi todo sigue igual de mal que ayer.

Necesitamos nuevos métodos, nuevas formas de protesta y autodefensa, estratégias más acordes con los tiempos, algo que el sistema no asuma con tanta naturalidad... algo, que si no muerto, deje al menos dolorido al estado del malestar... y por lo tanto debemos perder el miedo a equivocarnos más... no por simple cabezonería... porque esa es la única manera de equivocarnos mejor.

Al fin y al cabo, para eso hemos venido al mundo, para fallar, para descabalar, para fracasar, para encontrar la manera 1001 de como no se deben hacer las cosas... y así un día cualquiera, al tropezar con la raíz, darnos de bruces con la solución.

Por eso mismo, porque la huelga fue un fracaso, es por lo que necesitamos más huelgas fracasadas... por eso mismo, porque la multitudinaria manifestación no ha servido para nada, es por lo que necesitamos manifestarnos cada mañana... errando y errando... y hasta dar en el clavo.

Y que dure mucho nuestra torpeza... que no acertemos en el centro de la diana demasiado pronto, porque mientras templamos el pulso, mientras caemos y nos levantamos, mientras buscamos, y mientras creemos que algo es casi imposible, es cuando somos nosotros mismos... es cuando somos mejores.

Cuestión profunda... cuestión compleja... que como todas las cuestiones profundas y complejas, se entiende mejor si se explica con un cuento.

Como este...


6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. De los que te dejan un regusto a algo... algo raro y mezclado con muchas cosas distintas... y no todas agradables.

      Abrazo

      Eliminar
  2. Como dices, hay que mantener en el tiempo, huelgas y manifestaciones fracasadas.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que mantenerse en el error, mejor dicho, en la búsqueda de nuevos errores... sólo hemos de evitar dos cosas: los errores antiguos y la búsqueda del acierto a toda costa.

      Tenemos que recuperar el prestigio del equivocarse, la incalculable riqueza de lo erróneo, porque solo de ahí, procede la verdadera sabiduría.

      Acarreamos un peso terrible... Siglo tras siglo de una educación judeocristiana empeñada en convencernos de que solo se reconoce al que acierta sin haber fallado mil veces antes... negando que ese continuo fracasar está la esencia de la libertad y el progreso.

      Creo que todos sentimos de lo que hablo...


      Abrazo

      Eliminar
  3. No puedo estar de acuerdo con la idea central (que es como una ideología) del corto: la respuesta (científica) a las cuestiones que se plantean no implica la no aparición de otros problemas. La ley de la gravedad de Newton es invalidada por la de Einstein, que a su vez será enmendada cuando le toque; de manera diferente, la creencia en "libros sagrados" es anulada por Darwin. Una pregunta como la que aquí se plantea "¿para qué estamos aquí?" es una pregunta mal hecha, es religiosa, humanocéntrica y pretenciosa. Los peces no se preguntan semejante tontería y son tan valiosos como nosotros; la imagen de un ídolo de Cristo en su cruz al final de las 'preguntas' lo dice todo.
    Mejor leer y entender a Darwin (y a Dennet, de paso), y aprender a hacer las preguntas correctas: el universo parece lo bastante grande como para no agotar nuestra curiosidad. Y sólo es uno de los universos posibles.
    Así que la incuria que denota este corto debe ser rechazada `por disfrazar de sentimientos "poéticos" una religiosidad subyacente.
    Lo de las huelgas, la concienciación de las personas y la conversión de masas ciegas y sordas en ciudadanos reflexivos es otro cantar que mi pesimismo tinta de nubarrones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que has malinterpretado la idea principal del cuento.

      Tengo la impresión de que en realidad, coincides con lo que nos proponen.
      Es ese continuo construir sobre las ruinas de lo anterior lo que nos mantiene vivos, es ese irrespetuoso creer que existe una segunda interpretación de lo evidente lo que nos mueve a seguir buscando una y otra vez. Si no fuera así, y algún periodo histórico lo ha sido, las ideas llegarían a una vía muerta que nadie osaría continuar... ese no conformarse de algunos es al aliento de toda lo humano (que no de los peces)

      En ese sentido el cuento nos da un mensaje profundamente optimista, ya que si los misterios son infinitos, el espíritu humano (la curiosidad) también lo ha de ser, y por tanto, solo existe un verdadero peligro para el hombre... el hallazgo de la verdad absoluta. Somos la polilla ansiosa por tocar la llama.

      La religión es cosa absolutamente opuesta a todo esto, la religión ofrece confortables vías muertas en las que apoltronarse, explica los misterios con dogmas y fe... y a veces con hogueras. De modo que la búsqueda de la verdad y la fe parecen incompatibles, y no faltan precisamente ejemplos de ello.

      En una cosa sí que estoy de acuerdo contigo Emilio... el titulo de la entrada no es el más afortunado... he tenido días mejores... pero es que hoy (también)tocaba equivocarme.


      Abrazo

      Eliminar