6 EUROS

Por seis euros se pueden comprar seis metros de soga... lo suficientemente gruesa como para soportar el peso de un hombre adulto...

Por seis euros se puede tener en casa a una inmigrante para que nos limpie la mierda durante toda una hora...

Por seis euros se puede conseguir la gasolina suficiente para quemarse a lo bonzo ante las oficinas de Caja Cantabria por vender participaciones preferentes a una anciana enferma de alzheimer...

Por seis euros se puede comprar un bote de vaselina... de tamaño familiar.

Por seis euros puede apadrinar un Legionario de Cristo. No... no para llevárselo a casa... sino para colaborar con la iniciativa de la famosa congregación religiosa. www.apadrinauncura.com (No es broma)

Por seis euros se puede tomar un chupito de aire puro en Japón... dicen que los bares los venden como churros... que cura, que alimenta, y hasta relaja...

Por seis euros al día se puede matar a un hombre sin mayor problema... no tiene usted más que subirse a su coche y circular a toda velocidad en sentido contrario durante varios kilómetros... hasta chocar contra el de su víctima... eso sí... habrá de cumplir ciertos requisitos.

Entre ellos, habrá de llamarse Ramón Jorge Ríos Salgado, ser natural de Guadalajara, ser primo de José Ignacio Echaniz, actual diputado por la provincia de Guadalajara y Consejero de Sanidad de Castilla la Mancha.

Deberá también ser un alto directivo de la empresa OPEL y que su abogado se llame Esteban Astarloa, (hermano de Ignacio Astarloa,  antiguo Secretario de Estado de Seguridad con el Gobierno de Aznar), compañero de despacho del hijo del Ministro de Justicia Alberto Ruíz Gallardón... un despacho, por cierto, lejos... muy lejos del común de los mortales, donde sólo el dinero de  unos pocos alcanza.

Entonces, y sólo entonces, podrá usted acceder a la mejor oferta del mercado... convertirse en kamikaze de autopista y experimentar lo que se siente al arrancarle la vida a un hombre de 25 años llamado José Dolz España.

Puede que en un primer momento sea juzgado por un tribunal, puede incluso que sea condenado a 13 años de prisión... pero no ha de preocuparse... el sistema funciona a la perfección y con alegar que sufría una "transitoria perdida de conciencia", será indultado por el mismísimo Ministro de Justicia cuyo hijo trabaja como abogado en el mismo bufete que le ha defendido... y así, todo quedará en una ridícula multa de 4380 euros... unos seis euros diarios durante apenas dos años... ¿Cuándo ha estado tan barata una muerte?

Pero lo más interesante es que la oferta no es limitada, está abierta de hace tiempo y no parece que vaya a terminar jamás.

Cámbiese el Nombre de Alberto Ruíz Gallardón (PP), por el del anterior Ministro de Justicia Francisco Caamaño (PSOE)... substituya el nombre del homicida... retroceda hasta 1997... y se estrellará contra otro kamikaze que tras conducir 36 kilómetros en dirección contraria y perseguido por la Guardia Civíl, acabó con la vida de otro inocente... seis meses tardó en llegar su indulto firmado por el propio Ministro Caamaño... dicen que los abogados y la familia del indultado se "supieron mover".

Esta es la justicia que merecemos si no tenemos el valor necesario para exigir otra, en esto se han convertido nuestras vidas mientras millones de nosotros nos preguntamos extrañados: "¿Como es que la gente no reacciona?"

Clamaremos por una sanidad pública y de calidad... de no conseguirla, enfermaremos y en el peor de los casos moriremos.

Exigiremos que la educación no siga siendo un privilegio de los que pueden pagarla... si esto no se remedia, nuestros hijos estarán condenados a convertirse en esclavos semianalfabetos al servicio de las clases más preparadas.

Reclamaremos el derecho al trabajo y unas condiciones laborales que garanticen una vida digna para todos... si esto no se nos da, quedaremos reducidos a la simple supervivencia, cuando no a la miseria.

Pero si permitimos que nos arrebaten la justicia, si dejamos que un canalla disfrazado de Ministro del crimen demuestre que superado lo neo-liberal, hemos entrado de facto en la era neo-medieval... habremos perdido el sentido más elemental de lo que está bien o mal ... y entonces todos, nosotros y nuestros hijos, dejaremos poco a poco de ser humanos para convertirnos en bestias... esas bestias que solo beben sangre y muerden sin comer... esas que hoy nos espantan desde el televisor cuando decapitan a su enemigo.

El presente estado de cosas no va a durar siempre... asesinos condenados y confesos sin castigo... indultados por el simple hecho de pertenecer a las castas que sustentan el poder... madres que en situaciones de extrema necesidad, roban comida y pañales para sus hijos... condenadas a prisión...

No tengo demasiadas esperanzas, pero ojalá antes de que sea tarde, alguien termine por comprender que lo que no se paga con justicia... termina cobrándose en barbarie... y con intereses.

...Y otra vez dirán los libros que El Terror no tenía padres, que nadie sabe a ciencia cierta como empezó todo, que las causas son difíciles de analizar... el contexto socio-económico... la perspectiva histórica... no faltarán los más sesudos tratados, los más clarividentes análisis... pero lo que no se dirá, es que las sucesivas castas de privilegiados asesinos, psicópatas, arribistas, y ladrones que gobernaron y gobiernan los destinos de España decidieron un buen día esconder sus crímenes tras una crisis privada para perpetrar el mayor expolio de la historia... el que sus abuelos nunca llegaron ni a soñar.

Hoy he vuelto a ver, después de muchísimos años, al viejo afilador que rondaba mi calle... le he preguntado cuanto cobra por afilarme los cuchillos... y me ha contestado que por todos, incluidos los más grandes, y a precio de amigo... seis euros.

Imagen: elroto