Querido Pelayo, va a llegar un día, y según síntomas, puede ser uno de estos, cuando la violencia se convierta en el único camino, habida cuenta del caso y atención que el actual parlamento presta a la nación. Es jodido decirlo, pero a la fuerza ahorcan.
Hay muchos tipos de violencia, como se dice siempre, y la que nos hacen, no por consabida, es menor. Pero es como en los cómics: los débiles somos débiles por cariño hacia los nuestros. Esperad, sólo, a que nos los toquen... Gracias, Pelayo, por otro año de pelayadas necesarias.
Bien visto... la violencia ya ha empezado. ¿Cómo se las apañarán para hacernos ver una y otra vez que lo violento es quemar un edificio y no sacar de su casa a una familia para convertirlos en mendigos?
Los que tenían que despertar con simples palabras ya despertaron... los que a fuerza de golpes, también... ya sólo quedan los que un día de estos, abrirán la puerta de una nevera vacía.
¿Ya llevo años con esto de soltar rayos? Cómo pasan los truenos...
Y un buen número de dichas viviendas son construcciones de baja calidad. Inmuebles que entran bien por los ojos pero que al habitarlas revelan múltiples deficiencias: muros finos que no retienen el calor en invierno (radiadores encendidos las 24 horas), desagues sin revestir (la bomba del váter del vecino se convierte en uno más de la familia), aislamientos insuficientes (el vecino parece canturrear escondido en tu armario), etc. En plena burbuja, los constructores pidieron al gobierno socialista que retrasase la entrada en vigor del código de edificabilidad que elevaba los estándares y el gobierno... accedió, faltaría más.
Querido Pelayo, va a llegar un día, y según síntomas, puede ser uno de estos, cuando la violencia se convierta en el único camino, habida cuenta del caso y atención que el actual parlamento presta a la nación.
ResponderEliminarEs jodido decirlo, pero a la fuerza ahorcan.
O eso... o esperar como esperamos antes... a que el león se seque de puro viejo.
EliminarLo malo es que ya estoy casi tan convencido de que la violencia no es deseable... como de que será inevitable.
El hambre... siempre es el hambre.
Hay muchos tipos de violencia, como se dice siempre, y la que nos hacen, no por consabida, es menor. Pero es como en los cómics: los débiles somos débiles por cariño hacia los nuestros. Esperad, sólo, a que nos los toquen...
ResponderEliminarGracias, Pelayo, por otro año de pelayadas necesarias.
Bien visto... la violencia ya ha empezado. ¿Cómo se las apañarán para hacernos ver una y otra vez que lo violento es quemar un edificio y no sacar de su casa a una familia para convertirlos en mendigos?
EliminarLos que tenían que despertar con simples palabras ya despertaron... los que a fuerza de golpes, también... ya sólo quedan los que un día de estos, abrirán la puerta de una nevera vacía.
¿Ya llevo años con esto de soltar rayos? Cómo pasan los truenos...
Y un buen número de dichas viviendas son construcciones de baja calidad. Inmuebles que entran bien por los ojos pero que al habitarlas revelan múltiples deficiencias: muros finos que no retienen el calor en invierno (radiadores encendidos las 24 horas), desagues sin revestir (la bomba del váter del vecino se convierte en uno más de la familia), aislamientos insuficientes (el vecino parece canturrear escondido en tu armario), etc. En plena burbuja, los constructores pidieron al gobierno socialista que retrasase la entrada en vigor del código de edificabilidad que elevaba los estándares y el gobierno... accedió, faltaría más.
ResponderEliminarEs la séptima ola... el gran golpe... la tormenta perfecta... el mayor robo de la historia... y España es su epicentro.
EliminarSe acaban los plazos, los pretextos, la cuestión ya sólo es una... ¿Podremos seguir viviendo mucho más tiempo como si esto no fuera con nosotros?
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