ESTALLIDO

Apuñalado el director del Banco

Santander en Baiona

Vigo al minuto.com - Domingo, 13 de Enereo de 2013

"El director de la sucursal del Banco Santander de Baiona se encuentra ingresado en un hospital vigués después de ser apuñalado en la mañana de este martes por un encapuchado.

Según fuentes consultadas por vigoalminuto, el ataque se llevó a cabo con un arma blanca que le produjo heridas de diversa consideración a la víctima.

En estos momentos, la Guardia Civil continúa buscando al presunto atracador que salió huyendo de la oficina del banco, tras cometer la agresión."

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Encapuchados atacan una comisaría de Murcia con artefactos incendiarios

Yometiroalmonte.com - 18/12/2012

"El suceso tuvo lugar sobre las 4.00 horas y dos vehículos ardieron, uno de ellos, de tipo Z, quedó "completamente calcinado e inservible" tras el ataque, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en un comunicado.

En concreto, los atacantes lanzaron los artefactos por encima de la puerta de seguridad del párking, provocando un incendio que tuvo que sofocar una dotación del cuerpo de bomberos."

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Una mujer se suicida en Málaga tres días después de recibir una orden de embargo   

El País - Málaga - 14 diciembre 2012

"El cadáver de la mujer, que no tenía más familia en Málaga, ha sido levantado alrededor de las 11 de la mañana. La fallecida cuidaba de su madre, de 96 años y enferma de Alzheimer."

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Un hombre con problemas económicos se quema a lo bonzo en plena calle

Francis Mármol | Málaga - jueves 03/01/2013 

"Un hombre de 57 años se ha quemado esta tarde a lo bonzo en plena calle en Málaga capital, en las inmediaciones del Hospital Carlos Haya de Málaga. Según Francisco Nieto, un quiosquero que ha sido testigo del suceso, se trata de un vecino de la zona que estaba parado y acumulaba grandes problemas económicos."

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Fallece el hombre que se quemó a lo bonzo en Málaga

JESÚS SÁNCHEZ ORELLANA Málaga 4 ENE 2013

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Jorge Vestrynge: "Cuando era secretario general del PP teníamos un equipo dedicado a falsificar facturas"

J. F. Lamata, 09 de enero de 2013

"Jorge Verstrynge- Lo de los cursos de formación lo hemos hecho todos. Cuando yo era secretario general de un partido político había un equipo que se dedicaba a falsificar facturas para sacarle dinero a una fundación alemana que nos daba dinero para cursos de formación que evidentemente no se daban. 

José María Calleja- ¡Atención, titular, Alianza Popular se financió ilegalmente! 

Jaime González- ¡Pero lo que has dicho es muy grave! 

Jorge Versrynge- Pero está prescrito. De los alemanes algo les trincamos al menos, aunque ahora nos trinquen ellos... 

Jaime González- ¿Pero tú te has dado cuenta de lo que has dicho? ¡Os lo llevasteis crudo!"

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En aras del bien común has de cumplir las reglas... las que no están escritas también. Estudia, trabaja, ten hijos, paga tus impuestos, respeta a tus dirigentes, honra a tu país, no robes, no mates, no entorpezcas el buen funcionamiento de las cosas... porque las cosas tienen un orden, y el que subvierte ese orden será castigado... con la cárcel, con la miseria y la marginación... con el infierno llegado el caso.

Hace unos veinte mil años llegamos a la conclusión de que vivir aislados suponía estar mucho más expuestos, más desamparados. De modo que decidimos cohabitar, sacrificar nuestras propias reglas, nuestra libertad e independencia para compartir eso que hoy llamamos sociedad.

Y gracias a nuestra sempiterno sentido de la irresponsabilidad delegamos en otros las decisiones más importantes. Desde el minuto uno ya hubo quien se hizo cargo de las llaves del granero, el guardián y responsable de la riqueza común, el administrador de los bienes, de los derechos, de las obligaciones.

¿Quién quiere ser el responsable de que falte comida? ¿Quién quiere ser el culpable de los desastres, de los errores, de las guerras, de las epidemias, de las sequías, de las malas cosechas, de todo lo malo que pueda ocurrir? Nadie. Solo el más loco querría cargar con algo tan pesado...

Hace veinte mil años escogimos correr el riesgo de ser manipulados por los que dirigieran esa sociedad, de ser utilizados en su provecho... todo con tal de no ser devorados por los animales, las enfermedades, u otros como nosotros...

Dimos en aquél entonces por bueno el concepto de la propiedad. Por aquél entonces debió de sonar bien aquello de que si no queríamos convertirnos en salvajes, las cosas debían tener un dueño, y que la forma de decidir quién es el dueño de algo se basaría en el espíritu de sacrificio, en la aptitud, en el esfuerzo, en el talento, en todo lo que configura la calidad humana.

... pero nada más ser escrito... el contrato se rompió.

Algunos hombres se olvidaron rápidamente de los méritos y los cambiaron por la fuerza y el poder que emanaba de su "llave del granero". De ese modo unos pocos esclavizaron a la mayoría, les convirtieron en animales de su propiedad, súbditos a los que se repetía sin cesar que aceptaran de buen grado su destino... que si no poseían nada era simplemente porque no lo merecían, porque eran vagos, porque eran estúpidos...

Nueve mil novecientos años duró aquél discurso sin que (casi) nadie rechistara, solamente durante los últimos cien años se cambiaron algunas partes de ese perverso contrato... y solo en determinadas partes del mundo, y solo tras verter ríos de sangre se cambiaron las viejas reglas que según se decía sostenían "el orden de las cosas"... y se dio derecho al que no podía comprarlo, y se limitaron en parte los poderes de quien más tenía, y se abolió el concepto de propiedad sobre un ser humano... y nada de eso se consiguió con solo pedirlo.

A pesar de que se aseguró que el fin de la esclavitud era tanto como el fin de la sociedad, a pesar de que  se declaró que el orden natural y lógico exigía que no todos los hombres fueran libres, a pesar de que los más sesudos expertos afirmaban que la industria no podía sostenerse sin que los niños trabajaran doce horas diarias a cambio de la comida... a pesar de todo ello, se recuperó parte de la idea que aquél primer hombre trajo consigo al unirse a otros.

Hoy, en esta parte del mundo, se consiente que el hombre no sea una propiedad... a cambio de convertir en propiedad todo los que el hombre necesita para poder sobrevivir. Han quitado las cadenas de hierro... para substituirlas por otras invisibles... tan fuertes como las otras... y aún más pesadas.

Las palabras del contrato empiezan a borrarse...

¿Qué es lo que se espera de un ser humano al que se le ha arrebatado su trabajo, su casa, su proyecto de vida, mientras ve como sus hijos pasan hambre, cómo sus caras se transforman en esas caras que solo habían visto en el televisor? ¿Qué se supone que ha de hacer? ¿Quitarse la vida, o cuando menos convertirse en mendigo ya para siempre al tiempo que contempla la opulencia de su alrededor? ¿Aceptar que debido a complejas circunstancias la economía y los mercados exigen lo que solo le fue prestado? ¿Conformarse con escuchar que la deuda es más importante que su vida? ¿Volver a dar por bueno aquello de que el que no tiene nada ha de aceptar su destino?

El respeto a la vida y a la propiedad privada es la base de esta sociedad, pero si la sociedad (sus garantías) desaparece y regresa la jungla, el hombre salvaje regresará con ella de inmediato, y lo hará por un motivo muy simple... porque el hombre civilizado fue estafado, porque su obediencia ya no sirve ni para llenar su estómago... porque esta sociedad ya no le ampara... y se ha convertido al cabo de los siglos, en aquello de lo que huía.

A pesar de que los medios solo lo ocultan a medias, la mayoría apenas presiente lo que está por venir, suponen esperanzados que la pobreza se hará amable con el hambriento... que alguien se ocupará de esos niños que de vuelta a casa, vio durmiendo en el túnel de la autopista... que los desposeídos aceptarán lo inaceptable... que algo hará que se remedie lo irremediable... que gracias al héroe de última hora, no saltará todo por los aires.

¿Qué se nos dirá cuando esa mujer que decide lanzarse por la ventana, piense que antes debería pasarse por la oficina de quien destrozó su vida?

¿Cómo se nos contará que ese hombre a punto de suicidarse, ha decidido morir abrasado con el responsable de su ruina entre sus brazos?

Ni siquiera miles de años de repetido discurso pueden rebajar el espíritu humano a lo necesario para que no estalle la violencia. Ya está ocurriendo, a pesar de que nadie nos lo cuente, pasa cada día, y ya no en exóticos y remotos lugares...

El gran estallido está por llegar... no falta mucho... y será, como siempre... por una simpleza, por un detalle menor... algo como esto pudiera servir.

Los muertos ya casi están aquí... de ciegos es no verlos... de insensatos el creer que seguirán siendo solamente los de un lado del tablero.

"Pediremos trabajo... y no nos lo darán... y volcarán sus leyes sobre nosotros. Pediremos pan... y tampoco nos lo darán... y cargarán con sus armas sobre nosotros. 

Entonces cogeremos el pan... y no habrá fuerza en este mundo que nos lo impida."