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sábado, 7 de mayo de 2011
REQUETEPAGO
Vía: psoe
Entre dudas y balbuceos, hociquenado sin cesar gracias al peso de algún resto de conciencia, pensando dos y tres veces qué palabras utilizar, va este buen hombre llamado Ramón Luis Valcárcel (Presidente de la comunidad autónoma de la Región de Murcia desde 1995. Vicepresidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea desde febrero de 2010, y futuro presidente de este órgano a partir de 2012) y afirma que es necesario pagar por unos servicios que ya pagamos con nuestros impuestos.
Al parecer sus escasas luces no le alumbraron la palabra que tanto buscaba, no era copago, no señor. Esa no define exactamente lo que le pasaba por la cabeza en ese momento. Copago viene a significar el compartir el coste de una cosa entre dos partes. Su propuesta es otra cosa bien distinta. La palabra ansiada era... requetepago.
Es el penúltimo insulto a la inteligencia de los ciudadanos antes de las elecciones, sobre todo a la inteligencia de los que creemos en una sanidad y una educación pública y de calidad.
Lo que ocurre es que Don Ramón y todos los "Don Ramones" de este país (no todos están en el PP porque no cabrían) no necesitan de cosas tan vulgares como esas, ellos cobran unos sueldos y complementos que les elevan por encima de nuestras patéticas necesidades. Ellos disfrutan de una sanidad, de una educación privada y exclusiva que pueden permitirse pagar, por lo tanto... ¿qué sentido tiene tanta defensa de lo público?
Si, como en el caso de Islandia, me preguntaran sobre un nuevo artículo de una nueva constitución, no lo dudaría un instante:
"Todo cargo político llevará aparejada la obligación ineludible de renunciar para siempre al uso de cualquier servicio privado que esté cubierto por otro público."
De ese modo toda esa casta de innombrables se vería obligada a llevar a sus hijos a guarderías públicas, a colegios públicos y a hospitales públicos.
El efecto sería espectacular, nada como sentir en carne propia.
La verdad es que estuvo sembrado Don Ramón... pero fue nada comparado con lo que hizo pocos días después.
Ahí se mostró a pecho descubierto. Reculando como un manso, requetecalculando los efectos de su baladronada ante los medios, requetetemblando por sus votos perdidos, requetemintiendo, requeteridículizado, y requeteponiendo su mejor cara de requeté.
Vía: Europa Press
Y como todo no ha de ser vinagre... les dejo con un ejemplo.
Vía: MadridCas
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