Vaya por delante de mis furiosos truenos esta declaración de principios:
Nada está por encima de la libre elección, tenemos derecho a correr el riesgo de equivocarnos, esta es una verdad que debería estar escrita en cada pared y en letras de diez metros.
Es más, todos debemos permitirnos de vez en cuando el lujo de ser contradictorios, en mi humilde opinión, no hay mejor gimnasia que esa para conservar una mente sana durante muchos años.
Pero como suele ocurrir, no es bueno abusar de nada, ni siquiera de dicha gimnasia, pues pudiera ser que un exceso de contradicción nos terminara provocando un severo esguince cerebral.
Parece ser que la mayoría de nosotros comparte al menos una idea básica y primordial. Esta democracia necesita ser reiniciada.
Miles y miles de ciudadanos lo reclaman por toda España al grito de "¡Democracia real ya!"
Pero al mismo tiempo, y cada vez con más frecuencia, se dejan oír voces recordándonos que debemos votar (Zapatero dixit), que es un derecho sagrado (Rajoy dixit) y debemos incluso, ejercitarlo con alegría (Sabanés dixit).
Denunciamos la falsa democracia y al tiempo participamos en ella.
No me gusta el mus, quiero que juguemos al poker, y para convenceros canto las cuarenta.
Quiero que el Ku-Klux-Klan se disuelva, y para ello me visto de nazareno y clavo cruces ardiendo por las esquinas.
¿Soy yo? ¿Es que me he perdido algo?
Para los que me quieran creer debo informar de que este es un sistema diseñado para durar. Que la ley electoral blinda el bipartidismo y otorga a los partidos nacionalistas el papel corrector que (según el número de votos) debería tener la izquierda. Que esa izquierda ninguneada a la que le dejan jugar con un balón cuadrado, se rebela con la boca muy pequeña contra tamaña injusticia y acepta su papel de mamporrera con sumisión.
¿Cuántos carteles de IU has visto en tu barrio denunciando que necesitarían los votos de España y Francia al completo para conseguir una mayoría absoluta en unas elecciones generales?
El sistema es un sistema cerrado que no admite actualizaciones ni piezas ajenas a la marca, esa es su mejor defensa, la garantía de que nada ni nadie va a evitar que se perpetúe por los siglos de los siglos. .. a no ser que una nueva ley electoral se convierta en un peligroso puerto de entrada que de paso a nuevas reglas, a nuevos nombres, y a un nuevo software.
Hasta entonces, cualquier intento de participación no hará sino cebar al monstruo, cargarlo de legitimidad de cara a los millones que todavía dudan y no terminan de ver al rey desnudo.
Aún con todo, comprendo a los que habiéndose dejado la vida en la conquista del voto democrático, se resisten a no acudir a las urnas que tanto echaron de menos durante la dictadura. Para otras cosas yo también soy así de ñoño.
A ellos sólo les pediría que al menos eligieran la forma más inocua de participación en la farsa, porque como en todo, siempre existe un mal menor, y ese, a mi modo de ver es el voto nulo.
¿Qué se pretende con estas multitudinarias movilizaciones apartidistas? (que no apolíticas)
La protesta, el hacernos ver, el señalar a los culpables ante el mundo y dejar muy claro que estamos hartos de tantas y tantas cosas en una democracia que no es real. Para eso nos reunimos con otros, hasta formar multitud y así hacernos visíbles.
Estas elecciones deberían ser la continuación de ese mensaje, la traducción directa de lo que sentimos al manifestarnos en una plaza.
El voto en blanco limpia el camino a los grandes partidos de pequeños e indeseables rivales.
El voto nulo no tiene utilidad alguna para los partidos, pero engorda la participación de la que a buen seguro y tras los recuentos, presumirán los ufanos chicos del PPOE.
El voto a un partido, al que fuere, significa la aceptación de todo eso de lo que renegamos. De la exhibición de poder que ha supuesto la no retirada de las listas de ningún imputado. De la indigna actitud con que se han socializado las perdidas y se privatizan los beneficios. De sus pactos y amaños antinatura, de sus falsas promesas, de su incompetencia para solucionar problemas ajenos, y de la eficiencia con que resuelven los propios.
Esa podredumbre es lo que fermentará de nuevo a la sombra de cada voto.
Escuchad con atención a los líderes de los respectivos partidos, cuanto más deleznables y más alejados de la verdadera democracia, más os repetirán: "Votad" "Votad a quien sea, pero votad"
Toda una pista.
Sólo queda la abstención, la abstención que ya no es pasiva, la abstención que ya nadie podrá desligar de la protesta en la calle.
Levantarse de la mesa y pedir reglas y baraja nueva, y por supuesto, cargar la voz con un mensaje alto y claro:
Hemos descubierto una alternativa a eso de ganar o perder a vuestro juego...
No jugar.
Imagen: Elroto
Gracias Roto
Hola, buenas. Llevo un tiempo siguiendo este blog, me siento muy identificado con muchas de las ideas que se exponen.
ResponderEliminarEstoy muy sorprendido con el movimiento que estamos viendo esta semana, lo que más estoy disfrutando es el hecho de que se estén creando tantas asambleas y que a la vez vaya creciendo la sensación de que esto no va a ser algo pasajero.
Con respecto a esta última entrada, hace muy poco llegué a las mismas conclusiones, y es que es lógico pensar que una abstención activa y mayoritaria puede ser lo mejor a largo plazo. No aceptamos sus reglas del juego, no.
No sé si se pueden copiar links aquí, disculpa si no es así. Es un vídeo sobre unos comentarios de un tertuliano en un programa de televisión de los 90, hoy en día sería imposible escuchar ideas como esta en cualquier canal a una hora "decente".
http://www.youtube.com/watch?v=MWxMkDA41Ds&feature=mh_lolz&list=LLdSvUErniQw0ç
A seguir así. Muchísimas gracias por hacerme reflexionar de esta manera.
Muchísimas gracias a ti Roberto. Te agradezco el video, es más que interesante.
ResponderEliminarEn cuanto al resto... ayer intenté contar todo esto en una de las pequeñas asambleas de Sol y la verdad es que no fui muy bien recibido por algunos. (Supongo que eran fieles de IU, UPyD o algún partido nacionalista, los cuales parece ser que no pertenecen a esta falsa democracia y siempre estuvieron en la verdadera)
No importa, paso a paso. Ya llegará el momento de dignificar la abstención. No es momento de dividir fuerzas, es mucho más importante lo que está ocurriendo que mis opiniones personales.
Gracias otra vez por tu ayuda, y mandame cuanto creas conveniente, todo es bien recibido, y aquellos que piensan por libre, los que más.
Qué envidia no estar viviendo este año en Madrid... Mucho ánimo para las asambleas y para todo lo que haya que luchar después. Un saludo.
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