¿Vivimos en una democracia?
¿Sí?
Será entonces que disfrutamos de un sistema de organización social en el que todos y cada uno de sus miembros son libres e iguales ante la ley, donde todas las personas tienen las mismas oportunidades, donde existe una clara separación de poderes, donde se castiga severamente la corrupción política, donde los gobernantes facilitan a los ciudadanos toda aquella información que atañe a cualquier aspecto público de sus vidas...
Y si esto no es así... ¿en dónde estamos?
¿En una dictadura?
¿No?
Será entonces que no son el abuso de poder y la impunidad las dos principales columnas que sostienen el desgobierno de este país, que nuestro sistema político no se basa en un ilusorio proceso de participación en torno a un máximo de dos opciones (A y B), que simulando una supuesta alternancia, desarrollan idénticos programas y comparten los mismos objetivos. Será que no se ha producido una escandalosa concentración de medios de información, que no se reparten arbitrariamente prebendas entre todos los miembros de este perverso y vicioso círculo...
Será entonces que no son el abuso de poder y la impunidad las dos principales columnas que sostienen el desgobierno de este país, que nuestro sistema político no se basa en un ilusorio proceso de participación en torno a un máximo de dos opciones (A y B), que simulando una supuesta alternancia, desarrollan idénticos programas y comparten los mismos objetivos. Será que no se ha producido una escandalosa concentración de medios de información, que no se reparten arbitrariamente prebendas entre todos los miembros de este perverso y vicioso círculo...
El abuso de poder y la impunidad... esa es la esencia de todas las dictaduras, las dos cabezas que el monstruo utiliza para morder mientras vigila su espalda. Son las dos caras de la bestia que todo lo infecta mientras se arrastra por los rincones más oscuros de cada pasillo y cada despacho.
Corrupción y secretismo... ese es en definitiva, el verdadero nombre del monstruo.
La corrupción, y a las pruebas me remito, es por ahora inatacable, dispone de una coraza judicial y electoral que la mantiene a salvo de todo.
Pero... ¿y el secretismo? Quizás sea "la transparencia" el último remedio contra la plaga, la única medicina que alivie la gangrena institucional y despierte las conciencias de los más ingenuos.
Ahora anuncia el gobierno "una nueva ley de transparencia".
¿Y para qué una nueva si ya existe otra que no se cumple?
Para eso mismo que estás pensando... para recortar la antigua y hacer que mañana sea legal lo que hoy no lo es, para deslumbrarnos con un nuevo destello de su oscuridad.
Que haya una ley de transparencia es importante, por lo menos para quienes nos preocupa la política, pero soy escéptico respecto a la respuesta de la sociedad. Cada día se saben más cosas y sin embargo eso no altera significativamente las actitudes de los ciudadanos. En Valencia saben lo que saben y el PP sigue renovando mayorías absolutas. Los exministros de la época de González tienen buenos puestos en consejos de empresas y no pasa nada (hay un libro que lo cuenta con detalle). El problema de la sociedad española es que está muy atrasada, el desarrollo económico no ha venido acompañado del social y eso se nota. Muchos harían lo mismo si estuviesen en el lugar de los políticos. Llevamos dos siglos de atraso: los poderes fácticos reaccionarios impidieron que España se impregnase de los valores de la Ilustración y eso se nota. En su lugar, un oscurantismo del que aún quedan rescoldos hoy en día. En cualquier caso, bienvenido sea cualquier avance que contribuya a la modernización de España.
ResponderEliminarConforme con todo... solamente me gustaría matizar un detalle, el uso del concepto de falta de "Ilustración"
EliminarYo prefiero utilizar el concepto de "hambre", ese hambre que no es sólo física, sino también espiritual. Esa eterna carencia de herramientas para que el hombre pueda llegar a ser libre, a ser otro, y no el que el cura, el alcalde y el sargento del cuartelillo quieren que seas.
Esa hambruna de siglos nos ha convertido en lo que somos, en seres aparentemente iguales a los de los países de nuestro entorno, pero radicalmente diferentes en el interior. (Siempre por supuesto generalizando)
Ese hambre, como la otra, deja secuelas que a menudo son invisibles, seres apáticos, defraudados de sí mismos, seres sin fuerza para decir no y alzar la cara...
Échale un vistazo a este texto de Van Gogh, habla precisamente de esto.
"Existen holgazanes por indolencia y debilidad de carácter, por bajeza de su naturaleza. Si piensas estas cosas de mí, puedes considerarme uno de esos. Pero existe otro holgazán, el que lo es contra su voluntad, que se consume en su interior por el vehemente deseo de una actividad, que no hace nada porque le resulta imposible hacerlo, porque vive prisionero de algo, porque no tiene lo que necesita para ser productivo y porque así lo ha dispuesto su infortunio, un hombre así, no sabe ni él mismo lo que puede hacer, pero siente instintivamente."
Un abrazo
Dentro de la selva el animal con mas audacia es el que sobrevive y si para sobrevivir ahí que vencer al monstruo, vamos gente que la unión hace la fuerza!
EliminarSi se estampa una ley sobre otra es simplemente la misma basura pero con distinto nombre. No estimo con mayor claridad lo que ocurre en su país, pero fuerza en la selva gente luchen por sus derechos!
Hey pelayo te dejo una cordial invitacion para una encuesta que hago sobre el primer amor, si te tinca bienvenido a dar tu opinion en mi blog, de ante mano tu ayuda me servira mucho ;) gracias!