MARIANO EL BREVE

Cada día que dejo pasar es un nueva subida de la prima de riesgo... del riesgo de no tener tiempo para dedicar una entrada de despedida a Mariano Presidente.

Y es que hay otros Marianos... Mariano el Corto, Mariano el Chuches,   Mariano el Empeorador, Mariano el Registrador de la Propiedad... pero todos están es este.

De Mariano el Pluriempleado diremos que es presidente de España desde las elecciones del 20 de Noviembre de 2011, y secretario general del Partido Popular desde el 2003... dos trabajos... dos nóminas que se complementan con los ingresos provenientes de su puesto de registrador de la propiedad en excedencia. Tres sueldos tres, que suponen una insignificante cantidad que apenas sobrepasa los 500.000 euros al año.

No es curioso que en su declaración de bienes y rentas nunca figure una sola palabra al respecto... y digo que no es curioso porque es demasiado burdo... porque es una vergüenza... puede que un delito.

Mariano el Registrador lidera el mayor grupo de presión de los registradores de la propiedad, una casta que como "la otra", ha conseguido mantener ciertos privilegios de la época franquista, una larga serie de prebendas que ya no existen en ningún otro país de Europa.

Desde 1981, Rajoy disfruta de una excedencia especial como registrador en Santa Pola, y eso le proporciona el 25% de los 1´3 millones de euros por año que cobra el suplente que le guarda la viña. (Unos 10 millones de euros, según ha denunciado la Asociación de Usuarios de Registros)

De Mariano el Corto... ¿qué decir que no se haya dicho ya?.

Un recuerdo... Un  programa de TVE "Tengo una pregunta para usted", marzo de 2009, una mujer llamada Violeta, evidentemente nerviosa ante la majestad del Mariano más corto que se recuerda, le pregunta: 

"¿No será mucha molestia que me diga cuánto gana usted?". 

El hoy Presidente, y entonces líder de la oposición, quedó de repente boquiabierto, con ese pasmo tan característico que da la mala conciencia. No respondió enseguida, bizqueó un par de veces, tragó varios litros de baba y eso le dio tiempo para pergeñar una de sus más ingeniosas respuestas:

 "Mmmmm... ¿Eh?"

Pasado el mal trago, una vez que consiguió cerrar la boca y controlar su recurrente bizquera, dio al fin con la frase adecuada:

"Bastante más que usted... es que yo trabajo para que toda la gente gane lo más posible..."

¿A que acojona?

500.000 euros... Poco dinero para Mariano el Empeorador... para alguien que ha trabajado tanto... para quien ha llevado el diferencial de la prima de riesgo a más del doble en apenas medio año y ha hecho que las perdidas en bolsa hayan ganado la categoría de históricas... y esto no ha acabado. 

Ha rematado la tarea comenzada por el gobierno anterior, y no solo ha terminado de vaciar las arcas públicas sobre lo privado, sino que ha "presionado" al eurogrupo para que nos concedan un jugoso préstamo que colmará las cajas de los bancos y endeudará aún más al ciudadano.

En estrecha colaboración con sus ministros Montoro y De Guindos, ha conseguido acabar con la ya escasa confianza internacional que despertaba el país. Tanto desvelo, tanto afán por recortar nuestros derechos, y cada asistimos a un nuevo desplante de los mercados hacia su más rendido servidor.

Ha abaratado el despido, la dignidad del trabajo con su reforma laboral, y todo bajo la promesa de crear empleo, y todo para negar aún hoy, que la tasa de paro crece y crecerá de manera incontrolable.

Ha recortado las prestaciones a esos mismos parados a los ha empujado a la calle. 

Ha destruido un sistema sanitario que fue ejemplo en el mundo y obliga a enfermos crónicos y sin recursos a dejar esos tratamientos de los que dependen sus vidas.

Ha manifestado sentirse orgulloso de cercenar la investigación, de enviar a nuestro maltrecho sistema educativo más allá de la posguerra, de subir las tasas universitarias y hasta el precio de los cuadernos y lápices.

Ha diseñado, aunque parezca increíble, un plan perfecto. Un plan que excluyendo a las grandes fortunas (cúpula eclesiástica incluida), convertirá a España en un país de mendigos y millonarios, el sueño de los que siempre podrán pagar lo que a la inmensa mayoría se nos niega.

Es el máximo responsable, más allá de la herencia recibida, de la demolición de todo un país, de la absoluta y definitiva fractura entre la la política (la verdadera) y la ciudadanía.

Pero como no podía ser de otra manera, también ha hecho algo bien... algo que los libros de historia deberían reconocerle si quieren ser justos. Mariano el Chuches, siempre en compañía de otros como él, ha desencadenado un proceso que ya es irreversible, ha dado el definitivo empujón a una sociedad que no terminaba de despertar y la ha transformado en algo que jamás fue. Militares, médicos, policías profesores, jueces, barrenderos, fiscales, mineros, parados... todos juntos en pos de una idea, de un objetivo... mirémonos a nosotros mismos hace seis meses y no nos reconoceremos.

Así pues, los plazos se acortan, todas las señales indican que el tiempo de Mariano se acaba, y otros capataces ya están en camino para aplacar la rebelión de esta granja... con ellos habrá que medirse.

De lo que sí estoy seguro es de que semejante esfuerzo le será recompensado a no tardar, colgarán un carísimo retrato de Mariano el Patizambo en nuestro congreso, y al poco le veremos pedir perdón con aspecto compungido... puede que incluso repita eso de "no volverá a ocurrir"... y será la mayor verdad que habrá salido de su boca, porque Mariano el Arrepentido volverá a su puestecito de registrador en Santa Pola, y desde allí, en sus muchos ratos libres, nos dirá que fue jodidamente bonito mientras duró... hasta ese día fatal en que unos hombres de negro le sacaron de su despacho... justo en el momento en que empezaba a comprender...

Es Mariano el Destructor, Mariano el Zafio... que bien podría haber sido Mariano el Bufón, si no fuera Mariano el Dramático. Pero Mariano ya no importa, tengo el presentimiento de que pronto será Mariano el Breve... Mariano el Corto... jodido Mariano... el más corto de todos, y qué largo te estás haciendo.

...

Nota:

No puedo evitar despedirme sin demostrar mi más profundo agradecimiento... y no sólo hacia Mariano, sino hacia todos los que han demostrado que somos indestructibles, porque solamente un país de héroes sería capaz de sobrevivir a la caterva de tarados y psicópatas que nos ha gobernado durante estos años. Para todos ellos, y en especial para Mariano, este sincero y espontáneo gesto de despedida.