LA LETRA CON SANGRE ENTRA

Observen con atención la siguiente imagen, se trata de dos furgones policiales aparentemente normales, pero si se fijan en las ampliaciones remarcadas en rojo verán que algo no va como debiera.

En el furgón de su derecha (no podía ser de otra forma), la numeración que figura en el lateral no corresponde con la de la parte superior... un error de imprenta, un lapsus involuntario... pero nunca intencionado. 

¿O es que alguien piensa que la policía de este país infringe la ley cada día y se niega a ser identificada por los ciudadanos mientras que ninguna institución hace nada por remediarlo? 

Esto no es una dictadura... en España no existe la impunidad ni el abuso de autoridad... aquí los poderes públicos sirven a los intereses de los ciudadanos y no hacen distingos entre ricos y pobres... aquí la justicia es igual para todos... porque para eso tenemos una norma suprema de convivencia llamada "Constitución"... y el estado y la policía se encarga de que cada palabra de esa Constitución se cumpla a rajatabla... cueste lo que cueste.

Este es un país libre... un país libre que tal vez esté atravesando una cierta desaceleración democrática... pero libre al fin y al cabo... con puntuales problemas en lo relativo a su sistema sanitario, al paro incontrolado, a su economía, al déficit público, a su sistema de pensiones, a la impunidad del sistema político y bancario, a su imagen internacional, al aparato judicial, a la corrupción, al desarrollo de su industria, al desempleo juvenil, a la nula fiscalización de las grandes fortunas, a la dependencia energética, a la deuda exterior, a la pobreza endémica, a la falta de transparencia de las administraciones, a la perdida del poder adquisitivo de la gran mayoría de los ciudadanos, a la precariedad del empleo, al casi imposible acceso a la vivienda, a la educación...

Bueno, en la educación no tanto... porque ya se están poniendo en marcha revolucionarios programas específicamente diseñados para las necesidades de determinados colectivos... y sus efectos serán inmediatos.

Por ejemplo, la formación educativa de determinados cuerpos de seguridad comenzará a una edad muy temprana, mucho antes de que las mentes de los futuros agentes antidisturbios sean contaminadas por perversas influencias culturales o humanísticas. Almas infantiles convenientemente familiarizadas con la disciplina y las herramientas que les harán ganar su pan. Férreo adiestramiento y un claro concepto de lo que se espera de ellos... esa es la mejor manera de evitar involuntarios errores caligráficos como el del caso de los furgones policiales anteriormente citado.

Probablemente surgirán detractores a tan avanzado plan educativo, pero tengan la absoluta seguridad de que esta es una de las mejores iniciativas tomadas por el gobierno, de que gracias a ella se pondrá fin al los abusos y a la violencia producida por unos agentes sin preparación ni conciencia ciudadana.

En la siguiente fotografía podemos ver a la delegada de gobierno, Doña Cristina Cifuentes acompañada por su marido, en su llegada desde desconocido paradero, al acto de presentación del nuevo programa educacional.

Todo este esperpento acabará un día, cuando la honestidad y la ética no sean virtualmente incompatibles con los políticos... y entonces, alguien mucho más joven, nos preguntará como fue posible todo aquello... para la mayoría de nosotros será un mal trago el buscar una respuesta... pero para algunos, ya solo quedará el señalarse entre ellos.

Imagen: http://www.aeis.es/?tag=policia