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miércoles, 3 de octubre de 2012

PERIODISTA



Vincent Browne es PERIODISTA.

Un terco irlandés que durante cincuenta años se ha declarado acérrimo enemigo de todo lo que significara traicionarse a sí mismo. Esa obstinación ha hecho que el bueno de Vincent haya tenido que lidiar tantas veces con amigos como con enemigos, dejando por el camino sus intereses económicos, arriesgando la vida incluso en aquella convulsa Irlanda de los 70, pero siempre y ante todo, comprometido con el verdadero periodismo... el que reniega de la superficialidad y promete no llegar a fin de mes... ese que no admite medias tintas ni rebajas, ese camino que casi siempre termina a las puertas del poderoso, del que da y quita... pero que se revuelve incómodo ante quien no se doblega, ante el que prefiere quedar en ridículo antes que sometido.

Vincent Browne es hoy un hombre de 70 años, con toda una carrera de fondo a las espaldas y el peso que eso conlleva, pero no se engañen por eso... todavía (y eso es lo que le hace más excepcional) pertenece a la raza de los que no malvende el alma, ni siquiera ahora que ya al final de su carrera, podría acomodarse a la reverencia y al alago fácil.

Contemplo asqueado esas parodias que algunos llaman "ruedas de prensa del Consejo de Ministros" y me cuesta reconocer la presencia de lo que debiera ser un periodista, eso que con tanta pompa y boato se autodefine como "profesional de la información".

Busco entre las sillas y las cámaras, entre los flases y los focos... juro que busco... pero no encuentro más que un ejército que entrega las armas, y todo con tal de no dejar la etiqueta de buenos chicos, y todo con tal de no resultar impertinentes, y todo por merecer una seguridad de no ser despedido que nunca llega, y todo por nada... 

Reviento de indignación al escuchar la educada tibieza de las preguntas, el tono complaciente en que son pronunciadas las palabras. No comprendo como es que el estrado de los preguntados no rompe en aplausos hacia sus preguntadores... porque eso es lo que son, preguntadores profesionales que se limitan a leer... a lo sumo, a escribir esas interrogaciones que sólo contienen aire... cuando debieran ir repletas de dinamita.

Cada viernes tiene lugar uno de estos simulacros de rueda de prensa, espeluznantes aquelarres en los que se dan a conocer los nuevos y previsibles desvaríos de este gobierno de psicópatas que miente incluso cuando calla. Bueno sería que al menos la presencia de las cámaras sirva para inmortalizar el semanal atropello que se realiza contra los trabajadores, contra los jubilados, contra los parados, contra la sanidad, contra la educación, contra esa misma constitución de la que tan orgullosos se sienten, contra la justicia, contra esa patria que dicen amar mientras la apuñalan por la espalda, contra el sentido común y la ética... de ese modo todo esta locura tendría al menos una utilidad en el futuro... serviría para mostrar a nuestros nietos qué fue aquello que nos empujó a soportar tantos golpes, tantas humillaciones, tantos atropellos, mientras la mayoría permanecía en casa.

Este próximo viernes, durante la nueva rueda de prensa, los supuestos políticos expondrán ante los presuntos periodistas las decisiones que "dicen" haber concretado, y la gran mayoría de estos últimos tomarán nota para hacérnoslas llegar cumplidamente. Puede que algunos lleguen incluso a disfrutar de la ocasión de preguntar, sin intención de molestar, por los motivos, los plazos, las expectativas... pero sin la más mínima garantía de recibir una respuesta... y sin la más remota intención de protestar por ello. Y es que a fuerza de ser amables, hasta es posible que se les obsequie con una media sonrisa de complicidad (nunca mejor dicho), con otra ronda de micrófono para que lancen más preguntas vacías, incluso podría ser que simulando anotar algunas de ellas, consigan engordar el ego de algún que otro agudo y adormecido  inquisidor de cuatro a un euro.

Eso sí, dejando bien claro las reglas del juego antes de que nadie caiga preso de un ataque de pseudodemocracia. Por ese motivo, en pleno sueño, surge de repente uno de esos responsables de prensa y arranca el micrófono de las trémulas manos del sumiso y excitado periodista. Y ahí acaba la aventura.

"Tú pregunta... que yo contesto con cualquier tontería... y cuídala,  no la pierdas... que tu turno ya ha pasado"

¿Y si aún así hubiere alguno con aviesas intenciones... un insensato que busque algo más que toda esta farsa... un joven e inexperto periodista recién licenciado que ose romper tan estricto protocolo? Pues pasaría que su acceso al micrófono quedaría prohibido, disimulado entre los que esperan su turno y el escaso tiempo de que dispone su señoría antes de encerrarse en su despacho para tocarse los cojones.

Este es Vincent Browne, el PERIODISTA irlandés que acudió a la rueda de prensa ofrecida por uno de los que mueve nuestras marionetas... Klaus Masuch... hombre de negro y representante del Banco Central Europeo. Posiblemente, alguien no habituado a fajarse con personas de bronce y si con mercachifles sin sangre en las venas.

Cuando todo transcurría como suele ser habitual en estos casos, cuando el entrevistado se encontró con la sencilla pregunta de "¿Porqué la deuda privada de un banco se ha de pagar con dinero público, si sus beneficios siempre son privados?" Entonces, arrellanando el trasero en el asiento, el atribulado Klaus respondió con ese tipo de vaguedades que tanto gustan a nuestros sátrapas... y la voz de un hombre resonó en la sala para decir con la firmeza que da la razón:

"Aquí, en Irlanda, tenemos la tradición de ahondar en los temas que tratamos, y cuando una persona no contesta a lo que hemos preguntado, insistimos en ello. Solo espero que usted respete esa tradición. De modo que... ¿Va a responder realmente a mi pregunta?"





¿Qué fue del periodismo en España?










7 comentarios:

  1. Aquí a este tipo de periodista le echan a la calle (Telemadrid, RTVE,...). Y no pasa nada. ¿Libertad?

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    1. Lo malo no es que aquí se eche a la calle al que no se doblega... lo malo, lo catastrófico y repugnante es la absoluta pasividad con que se callan todos los compañeros de trabajo. Ni una sola voz del colectivo ante las tropelías de RTVE, ni ante las de Roures con Público, ni ante las de El País... si acaso sectarios ataques señalando las cuitas del medio rival, siempre salvando la cara del que paga el artículo, pero de puertas adentro... la nada.
      El silencio es tan grande y tan vergonzoso que llegas a comprender muchas cosas.
      Si la clase periodistica no defiende lo suyo... ¿cómo va a defender lo nuestro?

      Abrazo

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  2. qué pena que en España no tengamos ningún periodista como Vincent.

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  3. Ignacio Ramonet o Vicenç Navarro son periodistas que están fuera de ese perfil que se denuncia en esta entrada. Pero no basta con la información, no es suficiente con saber lo que ocurre. Tú puedes hablar con la gente en el bar, te dirán que lo peor de los políticos, pero luego votarán al PPSOE. La mayoría piensa que todo está mal, pero que la solución llegará porque tiene que llegar. Pero para cambiar el sistema hay que conocer los medios de producción y cómo se gestionan las empresas. Los sindicatos, otro tipo de sindicatos, deberían participar en la planificación de las empresas, como representantes reales de los trabajadores, y participar en las auditorías. Después de leer a Naomi Klein, no sé qué más hace falta saber. Debemos empezar por nosotros. La gente usa Microsoft o Apple ¿Por qué? Esa acción que parece inocente es como tirar piedras contra el propio tejado. Linux es un modelo mucho más justo (colaboran grandes empresas que hacen negocio y desarrolladores que trabajan gratis en su tiempo libre; el resultado de eso es que pueden disfrutar del mismo software, gratis, personas de cualquier parte del mundo, con independencia de sus recursos) y produce un software de gran calidad, pero el usuario común prefiere pagar licencias y favorecer un modelo de negocio injusto. Múnich ahorró 4 millones de euros instalando Linux, ¿sabéis cuánto dinero se va en licencias en las administraciones públicas?

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  4. Sobre Cebrián:

    Cebrián, que percibió 13 millones de euros en 2011, ha dicho que este "proceso doloroso" (el ERE de El País) es ineludible porque "no podemos seguir viviendo tan bien".

    http://www.eldiario.es/economia/periodismo-crisis-ere-cebrian-pais_0_54944638.html

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    1. En el caso de Cebrián todo sigue una lógica aplastante... una vez que sus amos han puesto el dinero sobre la mesa, y teniendo en cuenta el periódico que pretende construir... no necesita más que esclavos y becarios con derecho a respirar... poco más... bueno, sí... unos lectores que por darse aire de progre, necesiten "un País" para llevarlo debajo del brazo... más que nada para distinguirse de los fachas del PP.

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