Supongo que a todo el mundo le ha de pasar al menos una vez en la vida. A mí me ha pasado hoy.
He encontrado eso que llaman la horma de mi zapato, ese momento en que uno ha de desdecirse y pedir perdón por haber insistido mil veces en un mismo error.
Tantas han sido las veces que he tachado al gobierno de España de mentiroso y desleal que no sé si bastará con una sola disculpa. Lo haré mil veces si es necesario.
Ahora comprendo que me obcequé en reprochar a Zapatero y a Rubalcaba el que se sirvieran del engaño para hacernos creer lo que no podía ser.
Hoy me han dado una inolvidable lección de sinceridad, y de bien nacido es saber reconocerlo, a pesar de muchos otros pecados, a pesar de todos los pesares.
Al fin están todas las cartas boca arriba.
Y como nunca es tarde para rectificar, alabemos todos este prometedor arranque de honestidad que espero sea el comienzo de un nuevo periodo de buen hacer político, esa nueva etapa de verdad y transparencia que tanto necesitaba este país.
Aquí los tenemos, al pleno... el Gobierno de España.
¡Ole sus cojones!
Departiendo amigablemente con los ministros Alierta y Botín...
Reunidos con los 35 ministros restantes...
Intercambiando fluidos con el nuevo ministro de igualdad...
Imagen: alertadigital
Imagen: Catalunya Press
Imagen: Ultima Hora
Querido Pelayo, el gobierno es un lugar misterioso al que nunca dejaron llegar al agrimensor del Castilllo; has memoria, hombre, y recuerda en caso de tribulación al pobre Joseph K.
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