TSUNAMI EN EUROPA

En esta imagen vía satélite del continente europeo podemos apreciar los efectos devastadores del tsunami neoliberal que nos arrasa y no para. (Obsérvese la curiosa forma que la madre naturaleza ha dado a las costas europeas)
No se espera encontrar supervivientes en las zonas sumergidas, esos lugares que desgraciadamente no están a la altura económica necesaria para poder sobrevivir.

A los japoneses les quedará el consuelo de que el suyo (mientras no se demuestre lo contrario) responde a causas naturales.
Nuestro tsunami es distinto. Los responsables siguen al frente de sus bancos y empresas, paseando de aquí para allá su intachable apariencia de honrado hombre de negocios, sin el más ligero temor a ser juzgados, a ser criticados siquiera.
Allí y acá habrá miles de víctimas inocentes, una lista infinita de personas que lo perderán todo sin llegar a comprender como pudo ocurrir semejante catástrofe sin que nadie sospechara nada.

Los efectos a largo plazo de uno y de otro también serán distintos.

En Japón masticarán sus miserias y las convertirán en alimento, la suya es una cultura que se crece en el castigo, la máxima expresión en eso de hacer de tripas corazón.

Me temo que aquí lloverá hacia arriba. Otra vez.
Haremos tripas del corazón. Las aguas no retrocederán, harán suyo lo conquistado porque han venido para quedarse, y el que sobreviva, lo hará a costa de quedar para siempre al borde de la asfixia.
Mientras tanto, continuaremos dando homenajes a los responsables de nuestra ruina, les entregaremos nuestra confianza por otros cuatro años, y esperaremos que eso baste para salir de "nuestra crisis".

¿Qué nos queda?
Pues nos queda lo de siempre, lo que desde hace siglos ha significado el terror de los amos de este mundo. La incertidumbre.
Esos factores insospechados que de cuando en cuando lo cambian todo y echan abajo los planes más precisos.

¿En qué pueden desembocar los seísmos que pronto se extenderán por todo el magreb?
¿Cuánto más tardará la sociedad civil europea en despertar de su letargo para pedir cuentas a la casta política que nos malgobierna?
¿Será la red y el libre intercambio de información el inesperado factor que acelere procesos que antes duraban décadas?
¿Ocuparán los movimientos sociales el lugar que legítimamente les corresponde en la gobernanza de cada país?

Preguntas como estas, y un centenar más que ahora ni siquiera imagino, tendrán pronto un centenar de respuestas. Cualquiera de ellas puede ser el fin de todo... y el principio de todo.

Temblad malditos.
Todos los terremotos tienen sus réplicas.
¿No lo notáis? El tablero se mueve... y las piezas con él.




Imagen: Hay muchas Grecias, pero todas están en esta.
Basada en la idea original de Manel Fontdevila