Translate

sábado, 14 de mayo de 2011

¡A LA CALLE! (o quédate en casa, vótales, y remacha tu cadena)

Es tiempo de maldiciones.
Por eso, y antes de que se me olvide, quiero dedicar mis más aviesas maldiciones y mis mejores insultos a todos aquellos medios de comunicación nacionales que durante estos días llenan sus espacios con falsas informaciones sobre lejanos conflictos y felices aventuras de todo tipo de animales de corral.
Mi desprecio eterno para todos ellos.

Es turno ahora para aquellos que, tan cercanos y tan lejanos a un tiempo, se reafirman cada año en su inveterada costumbre de criticar al contrario por el simple hecho de creerlo al otro lado del cristal.
Siempre tan seguros de sí mismos, siempre demócratas, y en un permanente alarde de economía en lo que a esfuerzo intelectual se refiere.

Son los que, no queriendo gastar tiempo y dinero en un apestoso gimnasio, prefieren agotar sus menguadas energías comentando la penúltima patochada del PP, o ahogando esa vocecilla que cada cuatro años les susurra al oído: "Otra vez a votar con la nariz tapada"
Son los que se suelen reunir al grito de "¡Que viene la derecha!" porque una vez convocado el conjuro y calmada la conciencia, todo vale.

"Hay que votar, y hay que votar a la izquierda" Repiten en sus horas más difíciles, justo cuando algún loco les sugiere la posibilidad remota de que esta democracia regalada no funcione como debiera, que lejos de recomponerse, camine por un túnel oscuro en el que a fuerza de adentrarnos distinguiremos una luz que se acerca, la luz de una veloz locomotora que llega para aplastarnos a todos.

Serán monárquicos (o Juancarlistas) por ser republicanos.

Clamarán por una educación pública, laica, y de calidad, pero se ocuparán de mantener a sus hijos bien alejados de cosa tan vulgar y los matricularán en un exclusivo colegio privado.

Se escandalizarán ante un juez que justifique una violación con un "Es que van provocando", y se mostrarán comprensivos con el que sólo "rechaza" y no condena el asesinato de un concejal con su hijo de la mano.

Acusarán apasionadamente a Aznar de ser complice del asesinato de un millón de personas en Irak, pero sufrirán un repentino ataque de amnesia al escuchar palabras como "Afganistán" o "Solana".

Y siempre, y bajo cualquier circunstancia, se indignarán ante la escandalosa lista de imputados incluidos en las listas de "los otros", de esa otra parte del partido (PPOE) que sí o sí, ganará todas las elecciones.

A vosotros, a los que sois así, a los irresponsables que sostenéis con vuestro miedo y vuestro voto un sistema injusto donde el abuso de poder y la impunidad son norma general, a vosotros os deseo, sinceramente, todo lo malo.

Y como prueba material, he aquí una extensa muestra del paño, de eso entre lo que se supone que debemos elegir porque somos libres.
¡No pasen por alto la calidad del género!
Estos dos son sólo un ejemplo de una lista interminable plagada de seres siniestros y mermados intelectuales elegidos a dedo, ansiosos por conservar su corralíto hasta la llegada de una dorada jubilación en brazos de algún agradecido grupo empresarial.





Para los demás, para los que estamos hartos de estar hartos, sólo queda lo de siempre, lo de Celaya:
¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo. No reniego de mi origen pero digo que seremos mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.




http://democraciarealya.es/

1 comentario:

  1. Quería informarte de una rareza, un político con dignidad. En Brasil, el senador Cristovam Buarque ha creado un proyecto de ley para obligar a los cargos electos a matricular a sus hijos en escuelas públicas. Si saliese adelante sería de una repercusión tremenda, pues en Brasil la situación de la escuela pública es lamentable y va a peor. Ya hay una brecha entre quienes pueden pagar una escuela privada y quienes se ven obligados a llevar a sus hijos a la pública. Hay datos muy llamativos, como la comparación entre presentados a la selectividad, mayoría en la privada, unos pocos afortunados por la genética (son brillantes de verdad) en la pública. En España, parece que la tendencia es parecida, pero aún no ha aparecido un político honesto para hacer la propuesta.

    http://www.senado.gov.br/atividade/Materia/detalhes.asp?p_cod_mate=82166

    ResponderEliminar