CRÍA CUERDOS Y TE SACARÁN LOS OJOS

Érase que se era un hombre llamado Juan Manuel Sánchez Gordillo... un tipo feo donde los haya, desgarbado y de poco lustre que nació en un humilde rincón de Andalucía conocido mayormente por Marinaleda. Profesor de historia en un instituto y luego alcalde de su pueblo, sindicalista, y dirigente del Colectivo de Unidad de los Trabajadores - Bloque Andaluz de Izquierdas (CUT-BAI), Sindicato de Obreros del Campo (SOC) e Izquierda Unida (IU).

La verdad es que Gordillo siempre fue un político raro... una especie de hereje entre los de su clase, un alcalde un tanto maniático y con tres obsesiones: La primera consistía en ir permanentemente ataviado con un pañuelo "palestino". La segunda era decorar los muros exteriores de cada escuela y cada polideportivo con grandes retratos del Che. La tercera, y tal vez la más estrafalaria de todas, respondía a una enfermiza obcecación por desarrollar un sistema social, económico y político que representase una alternativa viable al sistema capitalista.

Esa locura le llevó a convertirse en un "hacedor" de eso que otros sólo nombraban, esa cosa extraña que algunos llaman "políticas de izquierdas". Gordillo ocupó fincas de ociosos terratenientes para crear empleo, llevó a cabo una larga serie de medidas sociales entre las que destacó una política urbanística socialista que permitía el acceso a la vivienda desde 15 euros al mes a través del sistema de la autoconstrucción...

Gordillo era un hombre decidido y valiente... porque solamente temía a una cosa. Sabía que tarde o temprano el sistema se abalanzaría sobre lo que había construido con la ayuda de sus vecinos, sabía que aquél pequeño mundo libre de especuladores, sin paro, tan asambleario y participativo, iba a ser asaltado por el sistema imperante en el resto del reino.

Lo que nunca imaginó es que el primer empujón para sacarle del tablero llegara de manos de su propio partido (IU), de los que se suponían aliados en su pequeña cruzada... de los ideólogos de manos caídas que diariamente abochornados, contemplaban impávidos las "simpáticas chaladuras del pizpireto alcalde".

Y todo porque "sus amigos" de IU pretendían pactar con los del PSOE en su intento de atrapar un nuevo pedazo del pastel en el parlamento andaluz. Y todo porque Gordillo se negaba a apoyar con su voto a un tal José Antonio Griñán que era nada más y nada menos que presidente del Partido Socialista Obrero Español, del Partido Socialista Obrero Español de Andalucía, y de la Junta de Andalucía... todo a la vez.

Gordillo era muy corto de entendederas, no comprendía como los otros once diputados de IU podían poner su voto al lado de un hombre que llevaba colgando tras de sí más de un millón de parados y tres de pobres, por no hablar de un caso de corrupción tan sonado como el de los "ERES". Le decían que aquello era para que los corruptos e ineptos del PP no ganaran terreno en la Junta,  para que los descamisados tuvieran camisa, pero Gordillo no entendía...

Y como no entendía... no servía.

Diego Valderas, de los que mandan en la IU de andalucía, segundo al mando en la Junta presidida por Griñán, llamó al orden al díscolo Gordillo, le recordó que esta democracia solo es un gran decorado, que existe una cosa llamada disciplina de voto que le obliga a olvidar su conciencia y a obedecer a pies juntillas las órdenes del partido... pero Gordillo seguía sin entender.

Votar por mandato, votar contra sus princípios... o ser botado, esa era la cuestión.

IU logrará su propósito, mantendrá apartado del poder al PP y ganará influencia en la Junta de Andalucía, que a nadie le quepa la menor duda. Lo hará porque al fín ha entendido las reglas del juego, porque el sistema premia al que se somete a sus maneras, a sus compadreos y a sus miserias... y castiga a los "locos".

Lo malo del asunto es que un día, un día no muy lejano, los prácticos chicos de IU se verán reflejados en un espejo y ya no podrán esconderse de sí mismos, porque habrán olvidado que lo importante no es caminar, ni siquiera llegar... que lo importante es el camino.

Mientras tanto nadie en el partido moverá un dedo en favor del "demente de Gordillo", y si lo hace no saldrá en la foto. Nadie saltará de su asiento al ver como, siguiendo estos mismos pasos, lo que ayer fue IU en el País Vasco, hoy se ha convertido en una eficiente agencia de colocación y envidia del PPOE... al ver como, lo que quiso cambiar el sistema desde dentro, se convierte en el sistema mismo. 

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Alguna vez pensé que IU era un partido con otras maneras... reconozco que lo hice. Ahora, absolutamente decepcionado, busco el ranking de los partidos con más casos de imputados por corrupción y descubro una cosa... la proporción de escaños en el parlamento y los imputados de cada partido... todo coincide casi matemáticamente... ya hasta los modos, las maneras... ya hasta en los silencios coinciden...

Para los honestos que perteneciendo al partido se vean de repente en clamoroso fuera de juego, apenas quedan opciones. Ya es solo una cuestión de elegir... entre la desvergüenza y la honestidad, entre el loco del pañuelo rojo o el señorito de traje y corbata... no hay más.

¿Nadie más que yo siente la vergüenza y el asco que producen estas imágenes? Únicamente queda dar un paso, (mejor si son varios) y salirse de la foto para colocarse junto al que, a costa de su sillón, se declara insumiso ante la dictadura de los mercados, ante sus recetas y sus mandatos. 

Arenas se burla de estas palabras, hace bien, si alguien de su calaña las aplaudiera, es que habría llegado el momento de replanteárselo todo desde el principio. 

Lo que no termino de comprender es de qué se rie Diego Valderas... sí, ese mismo, el Vicepresidente de la Junta de Andalucía, el Coordinador general de IU de Andalucía, el que llamó al orden al díscolo Gordillo por no apoyar a Griñán...

¡Cuánta torpeza! ¿Es que acaso no han aprendido nada? Las coincidencias políticas con el PP que mataron al PSOE, matarán a IU al acercarse a Griñán. Todo por combatir al PP, por vencerlos con sus propios métodos... y dejarse el alma en el camino. Todo con tal de legitimar con su presencia las decisiones que imponen los mercados. Todo con tal de mantenerse dentro del más estricto sentido común, bien alejados del "loco Gordillo" y de los que como él, rechazan la feria de vanidades en que se ha convertido "esta política". Demasiadas personas razonables... demasiados cálculos... demasiados años y demasiados miedos...

Cría cuerdos y te sacarán los ojos.

Ya no es posible continuar con esa monserga de que "este sistema ha de ser cambiado desde dentro", las pruebas lo demuestran por enésima vez. Cada uno es lo que hace, y jugar a ladrón, con normas de ladrón no te convierte en policía... y aunque así fuera, sería un policía aún más peligroso que el propio ladrón.

Así que todo eso de la honestidad, la igualdad y la libertad, de las "otras formas y otras maneras" ya no cuela... porque a base de repetir palabras se os ha olvidado su significado... porque la política real ya no está en los parlamentos... porque a medida que pasa el tiempo, IU se convierte en otro partido más y en otra esperanza menos... porque, colorín colorado... este cuento se ha acabado.

"No olvidemos jamás que lo bueno sólo se alcanza por medio de lo mejor... y no por medio de lo menos malo"

                                      Víctor Hugo... y yo