Un gran musical, fantásticas voces, un montaje fluido y sin fisuras... profesionales que adoran y disfrutan de su trabajo... es algo que se nota al primer vistazo.
Se trata de la celebración del 25 aniversario del estreno de la representación de Los miserables, un musical inspirado en la famosa novela de 1862 escrita por Victor Hugo. Dicha obra narra las vidas y las relaciones de varios personajes durante un periodo de veinte años, a principios del siglo XIX en Francia. A través de su personaje principal, el expresidiario Jean Valjean, se nos habla sobre la naturaleza del bien, el mal, la injusticia, la ética, y las desigualdades sociales que asolan "su" país. Es sin duda, uno de los más brillantes alegatos en contra del poder arbitrario del hombre sobre el hombre, una emocionante defensa de los oprimidos en cualquier tiempo y lugar.
Víctor Hugo nunca fue un furibundo loco revolucionario, hasta el mismo día de su muerte no dejó de denunciar la segregación social y la injusticia, reclamaba ese mundo que palpita dentro de este mundo, quería cambiar la sociedad, pero no de sociedad. Encontraba legítimo el enriquecimiento, pero al tiempo condenaba con vehemencia el perverso sistema que sostenía y acrecentaba la sangrante desigualdad social. Siempre denunció a los ricos que capitalizan sus beneficios sin reinvertirlos en la producción y eso hizo que su vida transcurriera durante varias décadas en un doloroso destierro.
Hoy es considerado un autor clave en la literatura del siglo XIX, el padre de la novela social en Francia, tal y como Charles Dickens lo es en Inglaterra, pero más allá de su indudable valía literaria, ha pasado a la posteridad como algo más que un gran escritor... Víctor Hugo "es" ese tipo de hombre que desde su tiempo, hace cambiar a la humanidad entera y la transforma en algo mejor de lo que fue.
Pero ocurre a veces que un trabajo no es simple trabajo, ocurre que tras los escenarios, tras los focos y los decorados, hay algo más... un algo que aún emociona, palabras viejas, palabras nuevas, en realidad siempre las mismas palabras para decir la verdad... tal vez la única verdad que no se escucha con los oídos.
Cuando se nombra a la libertad y a la justicia... no a la libertad y justicia de un pueblo sobre otro, sino a la de todos nosotros, al concepto universal que nos hace hombres, no puedo más que perdonar esa parte menos noble, olvido las taquillas, la publicidad, el merchandising... porque todo eso queda en segundo plano... porque lo que se grita sobre el escenario acalla todo lo demás.
No son tiempos para olvidar asuntos así, más bien corren tiempos de repetir esas palabras otro día más... hagamos la prueba y veremos que con solo pronunciarlas se hacen nuevas... que su tinta aún está fresca, tanto como si el mismísimo Víctor Hugo las acabara de escribir.
"Hoy es el día de empezarlo todo.
Alza la bandera de la libertad.
Cada hombre será un rey.
El día es hoy, el momento ahora.
Hay un mundo nuevo tras la victoria.
¿Oyes al pueblo cantar?
Otro día más...
Otro día más..."
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