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sábado, 20 de octubre de 2012

SE BUSCA EXORCISTA


Más o menos, allá por la séptima caña... es cuando surge esa pregunta... la de siempre... ¿Como es posible que todo vaya tan mal? ¿Cómo es posible que a pesar de tener la solución en la mano, los que dirigen el mundo parecen tan obsesionados en su destrucción?

Y yo, a pesar de que adivino las medias sonrisas, siempre respondo lo mismo.

"¡Ah! ¿Y qué creías? Este mundo se va a la mierda porque lo gobierna un demonio"

Y cuando digo demonio, hablo de alguien o algo cuya percepción de lo correcto pasa por causar el mal por el mal mismo, sin que sea siquiera necesario que tanto empeño produzca un beneficio... hablo del que invierte su escala de valores y hace de lo bueno, malo... de lo cruel, virtud... de lo falso, verdad... hablo de aquél para el que la simple existencia de la vida supone todo un insulto.

No me miréis así... son cosas de mi educación judeocristiana... o de tanto ver "El exorcista"... o de las siete cañas.

Solamente con los recursos económicos que los diferentes gobiernos han destinado a la "solución" de esta estafa-crisis podría haberse alimentado a toda la humanidad durante trescientos años... es decir, que durante tres siglos el hombre podría haberse dedicado básicamente a componer música, poemas, tratados matemáticos, ensayos filosóficos, a meditar sobre la benevolencia del mejillón tigre, a descubrir otras formas de rascarse la barriga, o idear las más nuevas y creativas formas de dar tortura a  los especuladores financieros...

Pero eso sería otro mundo que no es este.

¿Y quienes son, según mi delirante conclusión, los demonios que controlan el mundo? Pues esos que últimamente todos nombran... los que han descubierto que la mejor manera de permanecer ocultos consiste en pasearse a la vista de todos. Son ellos, los Rockefeller, los Rothschild, los Warburg, los Morgan, los Lazard, los Mosés, los Loeb, los Lehman Brothers, los Goldman Sachs...

Demonios de carne y hueso que imponen sus reglas desde hace siglos, demonios que a menudo se reencarnan en determinados partidos políticos para que la imposición de sus planes parezca el reflejo de nuestra democrática voluntad... esas instituciones, esos partidos, que separados de los simplemente corruptos o ineptos, administran y promueven la desigualdad, la injusticia, la guerra, la esclavitud, las hambrunas, las epidemias,  la crueldad del hombre sobre el hombre...

Y de entre todos ellos, el más representativo de esos sumos sacerdotes del mal en la tierra, el que según Mitt Romney, su último candidato a la presidencia, considera absurdo eso de mirar por los más necesitados... el Partido Republicano de los Estados Unidos de América. 

¿A que parezco un paranoico?

Dímelo luego... cuando puedas volver a cerrar la boca.


3 comentarios:

  1. Es mejor reinar en el Infierno que servir en el Cielo, decía el Diablo de Milton... Por ahí debe ir la clave.

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    1. Es que al diablo de Milton yo nunca le tomé por diablo, sino por una especie de liberado sindical.

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  2. ¿Pues entonces el Mefistófeles de Goethe, "espíritu que todo lo niega"...?

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