He recibido un mensaje realmente inusual. Paso a hacerlo público, pero respetando la decisión del interesado, me abstendré de dar a conocer la identidad del remitente.
"A quien corresponda:
Podéis llamarme "Brotes Verdes", es un nombre tan estúpido como cualquier otro, pero de momento servirá.
He decidido pedir opinión sobre cierto tema que me tiene preocupado, y para eso he enviado estas líneas a ciertas personas que catalogo como de acertado criterio y buen entender.
Lo que me tiene en vela es un asunto relativo a mi trabajo. Soy el jardinero de cierto caballero, un hombre importante y de reconocido prestigio que dirige una institución muy relevante.
Hasta ahora mi jefe parecía un tipo normal, normal dentro de lo que cabe, ya se entiende. Un poco déspota, un tanto estirado... pero normal.
Lo extraño es que desde hace unos meses me insiste y me insiste en que no sé regar los árboles que rodean la mansión. ¡Ya ves tú! Treintaitantos años en el oficio, y me dice que no sé regar...
Insiste e insiste en que he de echar el agua en la parte más alta de los árboles, en regar las copas y no las raíces. Que esa es la manera más eficiente de distribuir el agua.
Yo creo que este hombre no está bien. Esto le pasa por traerse el trabajo a casa. Mira que se lo digo, y él nada, ni caso.
Si alguien conoce la razón de tan absurdo comportamiento le ruego que se comunique conmigo a través de este muro dejando un mensaje con la siguiente referencia:
(A la atención del atribulado jardinero del Presidente del Banco Central Europeo)"
Imagen: Ernesto Rodera
Podéis llamarme "Brotes Verdes", es un nombre tan estúpido como cualquier otro, pero de momento servirá.
He decidido pedir opinión sobre cierto tema que me tiene preocupado, y para eso he enviado estas líneas a ciertas personas que catalogo como de acertado criterio y buen entender.
Lo que me tiene en vela es un asunto relativo a mi trabajo. Soy el jardinero de cierto caballero, un hombre importante y de reconocido prestigio que dirige una institución muy relevante.
Hasta ahora mi jefe parecía un tipo normal, normal dentro de lo que cabe, ya se entiende. Un poco déspota, un tanto estirado... pero normal.
Lo extraño es que desde hace unos meses me insiste y me insiste en que no sé regar los árboles que rodean la mansión. ¡Ya ves tú! Treintaitantos años en el oficio, y me dice que no sé regar...
Insiste e insiste en que he de echar el agua en la parte más alta de los árboles, en regar las copas y no las raíces. Que esa es la manera más eficiente de distribuir el agua.
Yo creo que este hombre no está bien. Esto le pasa por traerse el trabajo a casa. Mira que se lo digo, y él nada, ni caso.
Si alguien conoce la razón de tan absurdo comportamiento le ruego que se comunique conmigo a través de este muro dejando un mensaje con la siguiente referencia:
(A la atención del atribulado jardinero del Presidente del Banco Central Europeo)"
Imagen: Ernesto Rodera
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