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domingo, 10 de abril de 2011

IMAGINE

Imagine que trabaja en una gran empresa que declara un beneficio de 400 millones de euros.
Una gran empresa que desde finales de los ochenta hasta los primeros años de esta década, ha disfrutado de subvenciones públicas por un importe de 500 millones de euros anuales.

Añada además, la sustanciosa circunstancia de que dicha empresa se embolsó en 2010 varios miles de millones de la administración estadounidense al comprar, en bancarrota, un buen porcentaje de Chrysler.

Siga imaginando.
Una faraónica planta industrial que ocupa una superficie de 2.000.000 de metros cuadrados donde se extienden veinte kilómetros de líneas de ferrocarril y once kilómetros de caminos conectados a distintos almacenes subterráneos. Un espléndido e histórico edificio de oficinas de cinco plantas de 220 metros de largo...

Ahora imagine que de buena mañana, recibe una notificación de su empresa en la que de forma resumida, le plantean lo siguiente:

Elija entre el cierre de la empresa y el traslado de esta fuera del país, o la aceptación de unas nuevas condiciones de trabajo.

- Renuncia a tu actual convenio colectivo.

- Jornadas de diez horas con ocho horas en cadena de montaje sin comer.

- Horas extraordinarias obligatorias.

- No retribución de las ausencias por enfermedad si se producen en víspera de fiesta.

- Sanciones que pueden llegar al despido si el trabajador hace huelga contra los términos del presente contrato.

- Los sindicados que estén de acuerdo con estas condiciones no podrán tener representación en esta empresa.

- El papel de dichos sindicados en esta empresa será mantener por todos los medios la disciplina.



Para los sindicados que no firmen este acuerdo, aunque pertenecieran a los más representativos, se establecen las siguientes prohibiciones:

(art. 1) No pueden constituir una representación sindical propia.

(art. 2) No pueden disfrutar de ningún permiso sindical para sus dirigentes.

(art. 3) No pueden convocar asambleas.

(art. 7) No pueden recibir contribuciones sindicales de otros afiliados vía retención al salario.

(art. 5) No pueden utilizar el local sindical para sus reuniones con los trabajadores.

(art. 4) No pueden publicar sus comunicados en el tablón de anuncios ni pueden efectuar actividades de proselitismo respecto a los trabajadores en los correos electrónicos o los teléfonos móviles de la empresa.


¿Se lo ha imaginado todo?
Entonces tiene mucha suerte... 5.431 trabajadores de la industria más emblemática de Italia no lo hacen. Para todos ellos esta indignidad es hoy ya parte de sus vidas.


Son sólo algunos de los puntos incluidos en el nuevo contrato de Fiat en su fábrica de Mirafiori, en Turín, que se aprobó por referéndum el pasado 14 de enero.

Una propuesta "para modernizar" el país, según la líder de los industriales italianos, Emma Marcegaglia.
"Lo que quería quebrar era el sistema esclerótico en el que se encuentran las empresas italianas y que es la razón por la que no son competitivas", aseguró el martes el director general de Fiat, Sergio Marchionne, quien espera aplicar la misma fórmula a otras fábricas italianas.


Es todo tan "democrático" que se me revuelve el estómago.
Millonarios enfermos de pura codicia que amenazan con el despido si sus trabajadores no renuncian voluntariamente a los derechos establecidos en la Constitución italiana, al estatuto de los trabajadores, al concepto mercantil del contrato, y al futuro del sindicalismo autónomo e independiente.

Otra vez la misma historia y las mismas preguntas.
¿Cuál es el límite de perdidas de derechos con tal de no ser despedido?
¿Cuándo llegará el día en que cosas así substituyan en el telediario al perrito que cayó al pozo?
¿Cuántos emisarios del PPOE harán falta para tomar notas del asunto y aplicarlas en España?
¿Cuántos sujetarán el papel y cuántos sacarán punta al lápiz?

Pdta:
Hasta aquí la información, pero si (aunque sólo sea por la costumbre) deseas un poco de lo de siempre: http://www.elmundo.es/elmundomotor/2010/11/26/empresa/1290770899.html


Gracias miguelzinho.
Imagen: www.webislam.com

4 comentarios:

  1. Querido Pelayo, tu sigue difundiendo ideas que verás. ¡Pero, hombre, esas denuncias no hacen más que animar a los denunciados!, que en este país hay muchos "posibles" y si les das nuevos argumentos, pues te los toman y los aplican, y si los españolitos se niegan a currar, pues se contrata chinos, qué anda que no hay por las esquinas y encima ni están afiliados a SS, o afilias a uno y vale su número para cien, porque siendo todos iguales y con pasaporte ilegibles, ya me contarás.
    En fin y ahora en serio. El sistema por razones de muy diversos orden está llegando a su fin, pero no al fin anticipado por los revolucionarios decimonónicos, sino a un fin germinado desde sus propias entrañas. Es un proceso lento y corrosivo, en parte, muy parecido al del Imperio Romano, y yo, Pelayo, sin tenerle ninguna simpatía al invento, estoy aterrado. Cualquier día, te explicaré con detenimiento por qué he llegado a estas conclusiones. ¿Por cierto que ha sido de la cita de los jueves? ¿Sigue existiendo?

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  2. Tienes razón en lo de la descomposición del monstruo, ahora ya sólo importan los cuándos.
    En cuanto a lo de los jueves, ha cambiado a los martes, al día del dios de la guerra... será una señal.

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  3. Me llena de rabia este asunto de la Fiat. En este caso como en muchos otros, yo creo que la sociedad puede decir muchos más de lo que dice. Veamos, en Italia vende 450384 coches, lo que la convierte en líder muy destacado; Ford, la segunda, solo vende unos 180000. ¿Y porque vende? Pues porque es italiana, porque ya me diréis que tienen los Fiat para vender tanto, una empresa que durante décadas ha sido conocida por la poca fiabilidad de sus productos, que no ha tenido una imagen de marca definida (¿cuántas veces han cambiado de logo?). Si Fiat amenaza con irse, los italianos pueden amenazar con no comprar los coches. Hace unos años Gillette cerró una fábrica rentable en Sevilla y se planteó un boicot. Desde entonces no he vuelto a comprar un producto de esa marca. Estas protestas, si no pasan de unos cuantos, no tienen ninguna fuerza, pero ya veríamos que pasaría si fuesen divulgadas a través de las redes sociales y la gente se las tomase en serio. Y con respecto a Chrysler, Fiat verá lo que hace, pero Mercedes salió escaldada de la fusión con ellos. Y para acabar, Lo de Italia merece una reflexión aparte, no se puede llamar democracia a lo que tienen allí.

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  4. Basicamente llevas razón, nada es mejor que un boicot a sus productos, pero si lo miramos bien... ¿no terminariamos por apretar un poco más la soga de otros trabajadores que por falta de ventas irian "justificadamene" a la calle?
    Yo soy partidario de echarle un poco de imaginación al asunto y buscar un medio de protesta que no perjudique a los obreros.
    Algo que perjudique directamente a la imagen de la empresa y sus propietarios.
    ¿Has visto el video donde unos pocos asaltan una oficina del banco satander y montan un fiestón? Eso es un antídoto perfecto para su cínica propaganda, yo creo que es donde más les duele, la mala publicidad es la herida por la que sangran.
    http://amarras1936.blogspot.com/2011/01/asalto-al-banco-santander.html

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