Hay algo peor que verte obligado a emigrar de tu país para poder sobrevivir.
Hay algo peor que verte rechazado simplemente por ser inmigrante y ser pobre.
Hay algo peor que verte defraudado por ese paraíso de libertad e igualdad del que te hablaron.
Hay algo peor que los gobernantes de ese paraíso te manden de vuelta a la nada con trescientos euros en el bolsillo.
Pero no creo que haya nada peor que convertirse en un ser invisible.
Porque sólo si son invisibles se puede comprender que las personas que nos gobiernan puedan consentir una situación como esta.
Doscientos niños rumanos juegan entre montañas de desperdicios y el barro en "El Gallinero", el rincón más miserable de uno de los asentamientos ilegales más grandes de Europa.
Seres humanos viviendo entre el fango y la mierda, niños que juegan entre montones de basura y ratas, una muestra más de la inhumanidad de quienes nos malgobiernan y consienten este infierno en la tierra. Un infierno a seis paradas de metro desde el despacho del Presidente del Gobierno, a cinco desde el de la Presidenta de la Comunidad, y a siete de la Alcaldía.
Es un drama que tendría muy fácil solución. Sacaríamos a esos niños de entre las ratas con la cesión de apenas una docena de coches oficiales, con la donación de las dietas de diez europarlamentarios, con la venta de un solo pedido de bombas de racimo...
Dicen que son sólo Rumanos, carteristas, mendigos, gentes inadaptadas que siempre causan problemas.
Individuos que no saben aprovechar las oportunidades que generosamente les brinda la sociedad y renuncian inconscientemente a la posibilidad de convertirse en ingenieros industriales, diseñadores de moda o banqueros.
Me cuentan que en "El Gallinero" los padres bautizan a sus hijos con nombres como Aznar, Rey Juan Carlos, Zapatero, Botín o Rajoy. Son pobres hasta en eso.
A fuerza de insistir vamos a terminar por enterarnos de cual es nuestra verdadera enfermedad.
Cualquier político de cualquier partido que contemple estas imágenes y no denuncie de inmediato, y cada día, toda esta ignominia, es mi enemigo.
Es enemigo de todos.
Es parte del mal a extirpar.
Vía: AquimadriZ
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