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sábado, 19 de noviembre de 2011

20-N ELIJAMOS AL ESCLAVO DEL SIERVO DEL CRIADO DEL SEÑOR QUE NOS GOBERNARÁ

"El gobierno que salga de las urnas el 20N NO gobernará, obedecerá. NO obedecerá a sus votantes, sino a quienes NO se han presentado a las elecciones. Obedecerá a quienes gobiernan sin presentarse. Obedecerá a quienes han secuestrado la democracia.
El partido que gane en las urnas el 20N NO cumplirá sus promesas electorales, cumplirá órdenes. NO cumplirá órdenes de sus electores, sino de quienes NO se han presentado a las elecciones. Cumplirá órdenes de quienes mandan sin presentarse. Cumplirá órdenes de quienes han secuestrado la democracia.
Votes por el partido que votes el 20N NO ganarás, perderás. Gane el partido que gane, perderás, porque con tu voto habrás ayudado a quienes han secuestrado la democracia.
El 20N NO votes a los secuestradores de la democracia.
La democracia necesita tu NO.
El 20N NO votes o vota NO."

Si como yo, subscribes hasta la última coma de este texto, no será necesario que continues leyendo.
Si por el contrario, estás en desacuerdo con parte de lo expuesto, aguarda un minuto y contempla estas imagenes, olvida todo mensaje a favor o en contra de votar a este o aquél partido, y medita en silencio sobre lo que somos y en qué quieren convertirnos.
Pocas veces la realidad ha parecido tan falsa. Nunca una ficción ha parecido tan estremecedoramente real.
A continuación, y en la medida de lo posible, intenta olvidar campañas, miedos, todo prejuicio y toda promesa para poder ser tú mismo el que decida si serás tú o serán otros, los que elijan el rumbo de nuestras vidas, de las vidas de nuestros hijos.



"Tuve, en vísperas de las pasadas elecciones, la humorada de asomarme al paraíso de cierto teatro donde se celebraba un mitin electoral. Era para mí un espectáculo nuevo en el que tomaban parte antiguos amigos de amplias ideas con gentes nuevas de limitadísimas orientaciones. Salí de allí con la cabeza caliente y los pies fríos. Tuve que soportar una regular jaqueca de providencialismo político y, naturalmente, sufrí las consecuencias. Estoy maravillado. No pasan días por las gentes. No hay experiencia bastante fuerte para abrirles los ojos. No hay razón que los aparte de la rutina.
Como los creyentes que todo lo fían a la providencia, así los radicales, aunque se llamen socialistas, continúan poniendo sus esperanzas en los concejales y diputados y ministros del respectivo partido. «Nuestros concejales harán esto y lo otro y lo de más allá.» «Nuestros diputados conquistarán tanto y cuanto y tanto más.» «Nuestros ministros decretarán, crearán, transformarán cuanto haya que decretar, crear y transformar.» Tal es la enseñanza de ayer, de hoy y de mañana. Y así el pueblo, a quien se apela a toda hora, sigue aprendiendo que no tiene otra cosa que hacer sino votar y esperar pacientemente a que todo se le dé hecho. Y va y vota y espera.
Tentado estuve de pedir la palabra y arremeter de frente contra la falaz rutina que así adormece a las gentes. Tentado estuve de gritar al obrero allí presente y en gran mayoría:
«Vota, si, vota; pero escucha. Tu primer deber es salir de aquí y seguidamente actuar por cuenta propia. Ve y en cada barrio abre una escuela laica, funda un periódico, una biblioteca; organiza un centro de cultura, un sindicato, un círculo obrero, una cooperación, algo de lo mucho que te queda por hacer. Y verás, cuando esto hayas hecho, como los concejales, los diputados y los ministros, aunque no sean tus representantes, los representantes de tus ideas, siguen esta corriente de acción y, por seguirla, promulgan leyes que ni les pides ni necesitas; administran conforme a estas tendencias, aunque tu nada les exijas; gobiernan, en fin, según el ambiente por ti creado directamente, aunque a ti maldito lo que te importe de lo que ellos hagan. Mientras que ahora, como te cruzas de brazos y duermes sobre los laureles del voto-providencia, concejales, diputados y ministros, por muy radicales y socialistas que sean, continuarán la rutina de los discursos vacíos, de las leyes necias y de la administración cominera. Y suspirarás por la instrucción popular, y continuarás tan burro como antes, clamarás por la libertad y tan amarrado como antes a la argolla del salario seguirás, demandarás equidad, justicia, solidaridad, y te darán fárragos y más fárragos de decretos, de leyes, reglamentos, pero ni una pizca de aquello a que tienes derecho y no gozas porque ni sabes ni quieres tomártelo por tu mano.
¿Quieres cultura, libertad, igualdad, justicia? Pues ve y conquístalas, no quieras que otros vengan a dártelas. La fuerza que tú no tengas, siéndolo todo, no la tendrán unos cuantos, pequeña parte de ti mismo. Ese milagro de la política no se ha realizado nunca, no se realizará jamás. Tu emancipación será tu obra misma, o no te emanciparás en todos los siglos de los siglos.
Y ahora ve y vota y remacha tu cadena."

Estas palabras fueron pronunciadas hace algo más de cien años, en Gijón, en un mes de Diciembre. Su nombre era Ricardo Mella Cea. Un tipo un tanto raro, de esos que no distinguen entre el siglo pasado, este, o el que viene.
Imagen: stgeomatadragones

4 comentarios:

  1. Querido Pelayo, me da la impresión, tras leer tu cadena de noés que has leído la anotación de esta semana del Amante ocioso; ¿es así?
    En cuanto a lo del sr. Mella, ya he bajado del baúl del desván el mono mahón, la boina y el Máuser y aquí estoy para lo que haga falta mandar.

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  2. Tú siempre tan servicial... y cuanto más servicial más te aprecio.
    Acabo de leer la entrada a que te refieres y no Gastón, no sabía nada de ella mientras escribía la mia.
    Así que para esa demanda por plágio antes de que sea tarde, pues te tengo preparada otra contrademanda... ¿Porqué? ¡Y yo qué coño sé! Yo ya no hago nada por ninguna razon, yo ya solo muerdo y ni siquiera pregunto si molesto.
    ¿Has oído eso de que el ADN se teletransporta? Pues eso, que verás que pronto confirman que la mala hostia también viaja de tan curiosa manera.
    ¡Releches Gastón! ¡Qué poco me quejo de tanto como sufro!
    Ya va...
    Ya va...
    Ya me apago...
    Ya casi no ardo...
    Ya me apagué.

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  3. Ricardo Mella, no sabía de él, pero leída su proclama creo que este señor era clarividente. La cuestión es que las democracias son escenarios de cartón piedra apuntalados por los partidos políticos. La cuestión es que hay que inventar qué Gobierno y cómo y adónde queremos ir. Las preguntas de toda la vida, pero sabiendo, y que nadie se llame a engaño, que poder político quieren decir que se elije a quienes mejor defenderán intereses económicos, mucho más allá de nuestras fronteras.

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  4. Bienvenida al cuarto oscuro Amaltea.
    Siempre es un placer encontrarme con alguien que no da nada por hecho, capaz de replantearselo todo, son tantos los santos que se me han caído del pedestal... personas que hasta hace poco tomaba por lúcidas (en la medida de nuestras posibilidades)
    Ahora, y tras un breve tratamiento electoral, descansan plácidamente a la sombra del "voto providencia", convencidos al votar de hacer un gran favor a todos los infieles que reniegan de esta democracia, ignorantes de que con su papeleta, complican la de todos los demás.

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