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lunes, 1 de octubre de 2012

CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE



    ... ¿Y cómo pudo ocurrir aquello señorita? ¿Como es que la mayoría de las personas se quedaban en sus casas mientras unos pocos destruían las vidas de la inmensa mayoría?

    -En realidad nadie lo sabe... se ha investigado mucho sobre el asunto y apenas se han encontrado escritos que expliquen la absoluta indolencia de aquellas personas. No tenemos noticia de quienes fueron los culpables... ni tan siquiera de sus nombres, ni de qué fue de ellos. Suponemos que poco antes del colapso, alguien se ocupó de destruir cualquier escrito, cualquier información que pudiera darnos pistas sobre el paradero de los responsables.

    -Entonces... si no sabemos nada... podría ser que incluso ya muy viejos, aquellos malvados llegaran a sobrevivir al caos y aún estuvieran entre nosotros.

    -No, mis queridos niños... creo que podéis dormir tranquilos... las instituciones velan día y noche por vuestro bienestar y vuestro futuro... como todos sabéis, venerables familias de sabios nos protegen de todo mal... ya todos conocéis sus nombres... los Aznar, los Aguirre, los Saez de Santamaria, los Urdandarín, los Zapatero...

...

... y es que en el 2060, justo antes de la gran hecatombe, a pesar de los 47 millones de mendigos que poblaban las calles... casi todos seguían pensando que la política del gobierno de España era equivocada... que sus medidas eran simplemente ineficaces.







2 comentarios:

  1. Cuando los gobernantes son honestos y sobre todo valientes exponen sus cabezas si desafian a los poderosos propietarios del dinero. Ya lo cuenta la historia de E.Unidos y sus presidentes asesinados. O es pura casualidad que aquellos que desafiaron a los propietarios de la reserva federal murieron asesinados por "dementes callejeros"??

    ...Hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas...

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. En plena crisis económica, cuando el presidente Roosvelt comenzó a recibir a los líderes sindicales para establecer los primeros términos de lo que sería "The new deal", siempre, al final de la negociación, y tras escuchar las demandas de mejoras de salarios y gasto social por parte de los trabajadores, terminaba con la misma frase "Muy bien... estoy de acuerdo... ahora salgan ahí fuera... y oblíguenme a firmar el acuerdo"
      Era todo un mensaje, la clara advertencia de que nada iba a cambiar simplemente porque lo dijera el presidente... el cambio debían dirigirlo los ciudadanos, porque si no era así, cualquier mejora les sería arrebatada al poco tiempo.
      No recuerdo ninguna conquista social que se produjera única y exclusivamente por la mano de un líder. Siempre ha sido necesario que los demandantes interioricen eso que exigen para que entonces sí, alguien tome el timón de la lucha.
      Algo parecido habremos de hacer... conseguir que los lideres sean un objeto complementario pero no imprescindible... cualquiera puede matar a un presidente... algo más difícil es matar una idea que ya vive por sí sola en el corazón de varios hombres... imposible cuando se trata de todo un pueblo.

      Abrazo fuerte Gilberto

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