Dice Guillermo "Willy" Toledo que Podemos no le encaja, que le tiran las costuras... dice que tras un primer contacto ilusionante, ha descubierto que las sisas del Coleta no dan de sí como debieran... que el forro de Monedero está descosido y lleno de agujeros... que la música le suena a aquellos Grandes Éxitos de Felipe González y la letra a Alfonso Guerra (y sus descamisados)... y no le culpo... bueno, un poco sí... le acuso de que a sus años haya tardado tanto en darse cuenta.
Podemos no es lo que pinta... es más bien una jodida y probable catástrofe por llegar... ea... ya lo he dicho.
Coincido con Don Willy... lo de Pablo Iglesias con su fulgurante y meteórica aparición en la fauna política sólo puede ser explicado desde la existencia de un preconcebido plan de pura y dura mercadotecnia. Nadie en sus cabales y con un mínimo recorrido vital, puede llegar a digerir la idea de que uno de los más gruesos y largos tentáculos del poder nos obsequie con este protohéroe destinado a descabalar las bases del sistema, ese mismo en el que medra el gran monstruo... no es posible que grandes grupos financieros, por simple exotismo o por puntuales repuntes de audiencia, pongan sus imperios de información (su dinero) al servicio de quien, a corto y medio plazo, amenaza con nacionalizaciones de empresas estratégicas, control estatal en determinados medios de comunicación, contrarreformas laborales, auditorias de la deuda, y anticristos por el estilo...
Sigo...
No les falta razón los que reprochan a la nueva formación una escandalosa falta de profundidad, un casi absoluto vacío ideológico, una evidente tendencia a la adoración y blindaje de sus líderes... y si a eso añado que en lo personal no me gustan los tipos que nunca rompen el guión, los que nunca pierden el control, los que jamás ríen a mandíbula batiente ni gritan encolerizados, los que ante tertulianos-lacayos que justifican el sufrimiento de los inocentes, permanecen impasibles y responden sin alzar siquiera la voz... sin apenas mudar el color... sin perder los papeles, o al menos, tirárselos a la cara.
No me gusta Pablo Iglesias, no soporto sus poses, ni sus calmas, ni sus vapores patrioteros... no me gusta Monedero ni su condescendencia, ni sus sentencias de contestador automático... no me gusta Podemos porque no me gusta nada que se parezca a un partido político... como no me gustan particularmente las llaves y no dejo de usarlas para abrir puertas.
Porque eso es Podemos para quien esto escribe... una llave, un manojo de ellas... esas llaves de portal antiguo, de sereno de los de antes... esas que te rompen los bolsillos, las que te clavas en el culo al sentarte... las que abren los viejos y recios portones... esas mismas.
Y como voy siendo viejo, me puedo repetir... estudiemos las coyunturas, busquemos las grandes alianzas.
Es precisamente ahora, cuando los portones del sistema están a nuestro alcance, cuando hemos de ser uno, cuando tenemos que hacernos puño y detener el expolio... es ahora cuando nos enfrentamos a unas elecciones sin la sobrerrepresentación del voto de la derecha y sus cómplices (PPOE-UPyD-PNV-CIU-ERC)... es ahora cuando el voto de las zonas rurales y el de las grandes ciudades va a ser tratado en condiciones de igualdad, cuando la voluntad del que vota queda liberada de componendas y juegos de truhanes... es ahora cuando existe la posibilidad real de substituir a los sociópatas electos por seres humanos de carne y hueso.
Y ahora es cuando más arrecian los ciegos... esos que votan o no votan por principios... los que libres de toda reflexión gozan del descanso que da lo preconcebido. Son los que por pura devoción a sus viejas convicciones no gastarán un sólo segundo en analizar la coyuntura del momento y dirán con su voz más templada:
"Lo siento amigo, sé que serás desahuciado y que verás a tus hijos dormir en la calle... pero es que soy muy de izquierdas (léase ácrata, conservador, comunista, apolítico...), y esos de Podemos resultan demasiado socialdemócratas (léase artificiales, inexpertos, rojos...) para mi gusto. Sí... ya sé que tu situación es desesperada, que de ganar las municipales algo de este infierno en que vives podría cambiar, pero recuerda lo que ocurrió en el 82, no podemos correr el riesgo de que aquel fraude se vuelva a repetir... de modo que aguanta, abraza a tus hijos cuando tengan hambre y frío, resiste con ese sueldo mísero que ni siquiera te llega para pagar la luz, aprieta los dientes, y aguarda por la verdadera revolución que no ha de tardar."
El sistema se viene abajo, más por su propia podredumbre que por nuestro empuje, la ocasión de dar los primeros pasos en otra dirección es única, yo diría que histórica... tenemos en las manos una herramienta, una alianza que jamás antes tuvimos, una herramienta que no puede ser del gusto de todos, eso es imposible, pero herramienta al fin y al cabo. No la rompamos en mil pedazos intentando moldearla a nuestra conveniencia... a nuestros miedos.
Veo en Podemos mucho de lo que no me gusta, veo como Guillermo Toledo, reflejos de aquél tiempo en que comenzó esta gran estafa, pero... ¿y si esos brillos estuvieran dentro de mis ojos y no al otro lado? ¿Y si fuera otra vez el miedo nuestra escusa para caer de bruces?
Que no lo sea.