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domingo, 28 de julio de 2013

PREGUNTA CON RESPUESTA



Nunca (creo) me lo he permitido... está muy feo eso de copiar íntegramente un artículo de otro y pegarlo tal cual... pero es que se trata de algo muy importante... se trata de una respuesta... de una de las que, aún sospechando, nunca he sido capaz de explicar con un buen ejemplo.

Así que, voluntariamente, y plenamente consciente del pecado cometido, reniego de mí mismo... a cambio ofrezco, para los que no la tengan, la respuesta a una de las preguntas más trascendentes de nuestra historia.

En aquella España atrasada y hambrienta donde la mitad de la población habitaba en cuevas y chiscones de escalera, donde la cultura y la educación eran privilegios de los que podían pagarla, donde el 90% de las tierras pertenecían a un escaso 3% de la población, donde la justicia solo alcanzaba a los pobres, donde el 50% de las madres tenían que prostituirse en algún momento para dar de comer a sus hijos... en aquella España digo... ¿a qué obedeció la terrible violencia que se desató en 1936 contra todo lo que se pareciera a un patrono... contra todo aquél que simplemente vistiera traje y sombrero?

He aquí la respuesta.

"Es una oportunidad, le dijo su padre, una oportunidad, insistió su madre, una oportunidad, concluyó ella misma.

Hace seis años, Isabel trabajaba en una tienda de ropa de una gran cadena, en un centro comercial del Puerto de Santa María. Aquel trabajo se le daba tan bien, y le gustaba tanto, que compensaba con creces los 90 kilómetros, casi dos horas en cuatro trayectos de ida y vuelta entre Rota y El Puerto, que tenía que hacer a diario. Entonces, un buen día, empezó a oír hablar de la crisis como de un animal mitológico, un país lejano, una tormenta que apenas se insinuaba en el inmaculado horizonte de un cielo azul y veraniego. ¿Qué pasó después? Todavía no es capaz de explicárselo. Todavía no ha cumplido 30 años y ya lleva cinco en el paro.

Durante cinco años, el paro ha sido para Isabel un desierto plano e infinito, sin forma y sin relieve, un paisaje absolutamente estéril donde, por no haber, ni siquiera subsiste el espinoso esqueleto de algún matorral seco. Nada por delante, nada a los lados, nada por arriba y nada por abajo, nada. Y no será porque no lo haya intentado. Todos los supermercados, todas las oficinas, todas las tiendas y hasta las farolas de su pueblo, han dispuesto muchas veces de su nombre y su teléfono. Lo demás, que está dispuesta a hacer cualquier cosa, lo que sea, se sobreentiende. Por eso, cuando la llamaron de un hotel de Costa Ballena para ofrecerle una plaza de animadora, ni siquiera se paró a pensar que nunca había hecho nada parecido, que no tenía experiencia para entretener a un montón de niños. 

Era una oportunidad, así que se arregló, respiró hondo, le pidió prestado el coche a su padre y se fue a hacer la entrevista. Cuando entró en aquella oficina, seguía creyendo que estaba dispuesta a todo. Aún no sabía lo que significaba exactamente esa palabra.

Isabel es joven, atractiva, tiene buena presencia, una voz agradable, así que todo fue sobre ruedas hasta que llegó el momento de pactar las condiciones económicas del trabajo. Después, durante un rato, tampoco pasó nada, porque necesitó algún tiempo para procesar lo que estaba escuchando, y sumar, y restar, y comprender al fin qué clase de oportunidad le habían puesto entre las manos.

–Ya, pero me has dicho que conduces y tienes coche.–Pero… Si entro a las nueve y media, y salgo a las nueve y media –recapituló en voz alta–, no puedo venir en autobús porque no me encajan los horarios.

–Sí, eso sí, pero… Claro, son doce horas…

–Once –su interlocutor seguía impertérrito, una sonrisa tan firme como si se la hubieran tatuado encima de los labios–, porque tienes una para comer.

–Claro –volvió a repetir ella–, pero en una hora, entre ir y volver… No me merece la pena comer en Rota, así que tendría que tomarme aquí un bocadillo.

–Claro –el hombre sentado al otro lado de la mesa pronunció aquella palabra por tercera vez–, o lo que quieras. Podrías traértelo de casa, porque el empleo no incluye la comida.

–Claro –y nada estuvo nunca tan oscuro–. Pero entre lo que me gasto en gasolina, en comida… –antes de llegar a una conclusión definitiva pensó que todavía le quedaba un clavo al que agarrarse–. ¿Y la Seguridad Social?

–Una hora.

–Una hora… ¿Qué?

–Te aseguramos una hora por cada día trabajado.

Isabel recapituló para sí misma. La oportunidad que le estaban ofreciendo consistía en trabajar 11 horas diarias, sin transporte y sin comida, por 350 euros al mes y una cotización 10 veces inferior a la que le correspondería. No se lo podía creer, pero todavía le quedaba una pregunta.

–Perdone, pero… ¿Esto es legal?

Su interlocutor se recostó en la butaca y se echó a reír.

–Por supuesto que sí. ¿Qué te creías?

(Esta es una historia real. Isabel existe, y la oferta de empleo que no aceptó, porque trabajar 11 horas diarias casi le habría costado dinero, existe también. Costa Ballena está en la provincia de Cádiz, a un paso de Sanlúcar de Barrameda, que mira a Doñana desde la otra orilla del río Guadalquivir. Para llegar a la ermita del Rocío desde allí, sólo hay que atravesar el Coto, y por eso tengo el gusto de dedicarle este artículo a doña Fátima Báñez, devota rociera, autora de la reforma laboral en vigor y ministra de Trabajo del Gobierno de España)."

jueves, 25 de julio de 2013

¿A QUIÉN TEME LA CANALLA?






"Cuenta Plutarco que, cuando, a la muerte de Rómulo, los antiguos romanos y sabinos decidieron elegir de mutuo acuerdo al más probo de los hombres para hacerlo su rey, pensaron en Numa, y fueron a buscarlo a los bosques sagrados donde solía retirarse a pensar. Y que cuando lo hallaron y, cediendo a los ruegos del pueblo, aceptó la dignidad de rey, lo primero que hizo fue disolver la guardia personal de 300 lanceros que había instituido Rómulo, porque, a su modo de ver, no tenía sentido mantenerla, pues no hallaba razón para desconfiar de quienes venían a confiar en él, ni razón para reinar por la fuerza sobre un pueblo que no confiara." (Pedro Olalla)





Si tenemos en cuenta la venturosa coincidencia que ha supuesto la desaparición del terrorismo autóctono con la llegada de este latrocinio llamado crisis...

Si tenemos en cuenta que la terrible amenaza que suponían los escraches parece haber desaparecido...

Si tenemos en cuenta que aunque el número de policías destinados a escoltar a nuestros estimados sátrapas ha quedado reducido a algo menos de la mitad... esa farsa andante que atiende por Cospedal ha ordenado reforzar su protección personal (policías y guardias civiles aparte) con un batallón de guardaespaldas privados a cargo de nuestros sufridos riñones...

Si tenemos en cuenta que el jefe de seguridad de la sede nacional del PP no es otro que Antonio de la Fuente, cuñado de Luis Bárcenas, a quién María Dolores Cospedal pretende destituir desde hace ya algunas semanas...

Si tenemos en cuenta que según "El Mundo", Luis Bárcenas (El Señor Cabrón) le espetó no hace mucho a Rajoy un amenazador “¡O le paras los pies a esta tía (Cospedal) o te quedas sin secretaria general!”

Si tenemos en cuenta que el último amenazado conocido en el PP (Álvaro Lapuerta, anterior tesorero y mentor de Bárcenas) ha sufrido recientemente una caída en el portal de su domicilio rebotando varias veces contra las paredes ocasionándole múltiples y variadas lesiones craneales...

Si tenemos en cuenta el sabio refranero español cuando dice: "Sólo teme el que debe"

Si tenemos en cuenta todo esto... podemos preguntarnos:

¿A quién teme la canalla?



lunes, 22 de julio de 2013

MARIANO EN EL PAÍS DE LOS SORDOS



En medio de unos medios algo duros de oído anda Mariano dando tumbos... trompicando, con los pasos del boxeador que aún no sabe que ya ha perdido... perjurando, con el descaro del criminal que aún ignora que ya está condenado.

Y es que lo del pobre Mariano no necesita juicio... porque nunca lo tuvo.

Él solo se las ha apañado para cavar su tumba con las manos... para coleccionar la mayor sarta de sinsentidos y mentiras que la triste historia de España recuerda... para rodearse de una cuidada selección de envilecidos y presuntuosos desgarramantas que poco van a tardar en traicionarle en cuanto pinten bastos.

Él, sin ayuda de nadie y votantes aparte, se ha autoerigido en acusado y acusador... en juez y parte... en chantajista y chantajeador... y de paso ha demostrado (y lo creía imposible) que lo de aquél tarado sin sangre que atendía por Zapatero, era manifiestamente empeorable.

Quedó atrás, muy atrás, lo de que pasará a la historia como el mejor perdedor de unas elecciones y el peor escalador a la presidencia, porque lo que hoy tenemos es algo distinto a todo lo conocido. No ha habido presidente que haya acumulado tantas derrotas, tanto lastre, tanta incompetencia, tanta indignidad... no conoceremos (oremos) a ningún jefe de gobierno que haya amontonado tal cantidad de gañanes y ladrones a su espalda, de soberbios fronterizos encumbrados permanentemente sobre sus patas traseras.

Dice Mariano que no acepta chantajes... y lo dice en rueda de prensa, ante un batallón de periodistas sordos o mudos... (o ciegos y al servicio del tuerto)

Chantaje.
(del francés "Chantage")
Sinónimo - Extorsión (del latín "extorsio - onis")
Se dice de la amenaza velada, la que tiene como objeto el obtener algún provecho u obligar a otro a actuar de determinada manera a cambio de no hacer publico un delito u acto reprobable cometido por el chantajeado.

De modo que nos enfrentamos a dos cuestiones, y a cada cuál más grave.

Rajoy se muestra de nuevo como el misérrimo fronterizo que es y reconoce en riguroso directo su culpabilidad ante los medios. Afirma sin pudor que su extesorero le chantajea desde prisión, que guarda trapos sucios con el nombre de Mariano bordado en letra redondilla. ¿La sinceridad del tonto o la del soberbio? Seguramente la del tonto... recordemos sin ir más lejos, al petulante Felipe González afirmando no hace mucho (entrevista de J. J. Millás) la existencia de unos asesinos a sueldo que aún siendo presidente, le llamaban por teléfono de cuando en cuando para preguntar si ese día tocaba matar a alguien.

Pero lo más doloroso no es esto, con serlo y mucho... (porque pensando bien) lo inaceptable, lo incomprensible, lo absolutamente devastador, es la sordera aguda en grado "tapia" que atesora la clase periodística de este maltrecho país, la escandalosa incapacidad para llegar a la conclusión de que quien se declara chantajeado, está firmando en negro sobre blanco su culpabilidad ética o penal ante la opinión pública.

Pero nada pasa... ni con los días, ni con las semanas. 

Ni siquiera pasa que los profesionales de la información (que los hay, lo juro) abandonan la sala de prensa en plena declaración para dejar al presidente farsante solo, plantado, y con un palmo de narices... ni cuando se les humilla con la comparecencia de una pantalla de plasma... ni cuando no se les aceptan preguntas... ni cuando las preguntas son pactadas para que el balbuceante Rajoy lea un genérico en forma de respuesta... ni cuando... ¿y para qué más ejemplos?

Tras la constitución en papel mojado, tras la inexistente separación de poderes, tras la corrupción rampante, tras la destrucción de todo lo público, esto es, para quien lo pregunte, la última frontera entre una dictadura real y una democracia ficticia. Hace cuarenta años fuimos el asombro del mundo por pasar de la una a la otra sin una sola gota de sangre... hoy también lo somos... pero por arrastrarnos de la otra a la una.




Ya hay quien dice que el periodismo ha muerto... hay incluso quien asegura haber visto el cadáver de Mariano... que de ahí vienen sus escasas apariciones... que hace meses alguien encontró su cuerpo en el interior del coche oficial... que su chófer lo olvidó dentro, al sol, con los seguros echados y las ventanillas subidas. Pero yo no lo creo, que después de todo somos un país de tradiciones... que a nosotros la canalla siempre se nos muere en la cama.





martes, 16 de julio de 2013

CONDENADO PÉREZ-REVERTE



Dicen que "el escritor" asestó aquella terrible firma a pié de página con la más afilada de sus estilográficas... dicen que en su enjuto rostro no se dibujó ni la más mínima sombra de culpa. Otra tajada traicionera, otra canallada a sus espaldas... la primera... la última... o una de tantas entre tantas otras. Ya solo quedaba alargar la mano, enterrar el maltrecho cadáver de lo que antaño fue su conciencia y besar una por una, todas aquellas monedas de oro. Eran tiempos de farsantes y pícaros, tiempos de garbanzos negros, cuando el mejor cocido era el cocido agusanado.

...

Según la prestigiosa publicación digital EL MUNDO TODAY, el afamado escritor Don Arturo Pérez-Reverte fue sorprendido en fecha reciente mientras magreaba sin pudor a cierta musa. Parece ser que ésta se negaba a concederle la inspiración necesaria para que el insigne autor engordara su ya inmenso repertorio con una obra cumbre más. Cuentan los que allí estuvieron, que las manos de Don Arturo parecían cepos, que el deseo le encendía los ojos y su frente empapada, que los furiosos gemidos se podían oír desde más allá del reino de Flandes, que hicieron falta cincuenta rudos marineros de puerto pirata para hacerle soltar el muslo de la diosa...

Hoy, con las aguas más calmadas ya podemos poner nombre a la musa... que no era musa... y resulto ser muso...

¿Quién iba a imaginar algo así de un bizarro varón como Don Arturo?

Caro salió el magreo... nada más y nada menos que 212.528,94 euros por un toqueteo... por copiar la obra de otro sin tomar las debidas precauciones.

Antonio González-Vigil, en colaboración con Juan Madrid, (un perfecto don nadie en palabras de Reverte) escribió allá por 1996 cierto guión que llevaba por título "Gitana", una historia oscura con personajes oscuros y final en drama que en su día no encontró productora... una historia que para su sorpresa, descubrieron convertida en película cuatro años después bajo el insospechado título de "Gitano".

Parece ser que Don Arturo, el Académico de la Real Academia Española (sillón T) tiene serios problemas con eso del género... confundió a la "Gitana" con el "Gitano"... a la musa con el muso... a la obra de otro con la propia... a un "negro" con un autor... una chatarrería con un juzgado.

Y aún así, "el condenado Reverte", sigue en sus trece, haciendo de su Alatriste un continuo alarido en el que esconder sus vergüenzas. Afirma que todo es una burda emboscada, que una perito contratada por el demandante "es argentina", que la prestigiosa SGAE avala su defensa contra la demanda taimada de unos vulgares jugadores de ruleta...

Pero seamos clementes... hay que entender al pobre Reverte y sus circunstancias, al esclavo de su papel, al que ya no espera su turno en la peluquería, al que señalan con el dedo al salir del banco, al asaeteado por los perversos y envidiosos de este mundo, twiteros aparte...

Recapacita Arturo... recoge velas y entrega las armas, dimite de tu académico sillón T, y reconoce de una vez por todas que solo ha sido un mal sueño, un "empleado" traidor y mal pagado que osó hacerle un siete en el trasero al maestro de esgrima. Te lo dice un escritor de mierda... uno que jamás va a sudar uno de esos sillones de la Real Academia... uno que moriría del susto al enfrentarse al espejo y descubrir a "un negro" encaramado a su chepa.



sábado, 6 de julio de 2013

EL INFIERNO



Yo no creo en ese infierno de calderos hirvientes y lenguas de fuego... yo hace tiempo que pienso que el infierno debe de ser como un gran mercado, uno donde todo se vende y se compra, donde nada es tuyo... ni tú mismo. En ese horrible lugar nada te pertenece, nada está a salvo y todo, absolutamente todo, depende de una oferta, de una promoción, de las últimas rebajas y ese anuncio que ofrece tu alma de regalo al comprar el nuevo blanqueador dental.

Creo en un infierno poblado de seres vacíos de puro débiles, un infierno helado donde no hay nada más caliente que la sangre congelada por la avaricia... un lugar oscuro tan solo iluminado por anuncios de neón promocionando cosas sin valor... nuestras lágrimas, nuestro amor, nuestros sueños... eso que antes hacía hombres a los hombres.

Creo en un infierno que no es uno... sino que es muchos... esos pequeños y grandes, breves y eternos infiernos a los que cada uno de nosotros se condena cada día... por un mes más de trabajo... por una semana más de compañía.

Y creo más... creo que ese infierno no ha de llegar... y no ha de llegar por una sencilla razón, porque vivimos en él.

Raquel Sánchez Silva es una popular presentadora de televisión (de TV-infierno) que recientemente sufrió la muerte de su marido. Se habló de suicidio, de lo inesperado del caso, de ese condimento tan del gusto de la enfermiza audiencia. Pocos días después, tras los consabidos reportajes acerca de las circunstancias del fallecimiento, tras las habituales y morbosas imágenes de la compungida esposa llegó la prueba... esa que solo algunos necesitan, la que demuestra que pisamos el mismo centro del averno... en su pasillo central... donde solo se sirven las mejores ofertas.



Raquel Sánchez Silva se despide de su marido, Mario Biondo, en Sicilia


"Yo tenía el compromiso profesional antes de lo ocurrido pero lo he dudado. Tengo días muy buenos, otros no tan buenos. Pero me ha podido una cosa. Siempre, durante toda mi vida, y especialmente durante mi vida profesional, he pedido y exigido a la gente que quiero y a la que trabaja conmigo valentía, valor y superación de los miedos. Hoy, Sony me ha dado la oportunidad, no solamente de nadar con tiburones, sino de enfrentarme a otros muchos miedos con los que ahora convivo. Hay tiburones fuera de los acuarios que son mucho más peligrosos."


Cierto Raquel, seguro que los tiburones supieron reconocerte nada más entrar en el agua y huyeron despavoridos ante una depredadora de tu raza... ellos solo comen cuando tienen hambre, lo tuyo es otra cosa, lo tuyo es comerte a ti misma... y sin pizca de apetito... solo por un mísero punto de audiencia.

Se te puede morir un ser querido... pero si es con un SONY XPERIA Z se te muere un poco menos... y menos aún si Ana Rosa Quintana anda cerca.