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miércoles, 19 de marzo de 2014

LA SANGRE DE TU SANGRE



No te escondas... no apartes la vista... no son tiempos de mirar hacia otra parte mientras el horror llama a la puerta... no es momento de bromas ni floridos ripios... es la hora de la verdad... por jodida que sea.





Esta es la realidad, y no la amable versión del telediario... ni siquiera la media tinta de los expertos en decir lo que quieres oír, y sólo lo que quieres oír... en mostrar lo que quieres ver, y sólo lo que quieres ver.

Ha sido esta misma mañana, bien temprano, en la valla de Melilla, en la frontera de este mundo con el otro, con el de los no personas, con el de los no humanos... esta misma mañana, mientras la vida pasaba...


Mientras el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se persignaba y ponía los labios en su escapulario... justo antes de salir de casa para ir a misa de ocho.

Mientras un consejo de sabios asesoraba a Mariano Rajoy sobre como mantener el afilado de las cuchillas... sobre la altura adecuada de esa valla que ha de contener el hambre y la desesperación... la que rodee España entera... que la convierta en algo más que inexpugnable... que la convierta en prisión.

Mientras el presidente del Gobierno, la Ministra de Empleo, Juan Rosell, Jesús Terciado, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez acordaban un "ambicioso calendario de negociaciones" de cara a la nueva e inminente reforma laboral.

Mientras el presidente de la Generalitat de Catalunya continuaba en su probo intento de buscar una nueva patria donde aplicar las políticas de las que reniega, y ya de paso, escapar de una vez por todas de un futuro y poco probable proceso por corrupción... mientras el gran hijo de patria y de patriota conocido como Oriol Puyol era imputado por enésima vez por cohecho.

Mientras Tejero "el golpista" compartía risa y desayuno con su hijo el coronel... y su hijo el cura.

Mientras la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Magdalena Álvarez, se peinaba y reprochaba a la juez Mercedes Alaya tan cruel inquina por saber cómo consiguió tamaño y espectacular patrimonio tras su paso por la política.

Mientras en el metro de Madrid se lanzaba a las vías ese suicida nuestro de cada día...

Mientras otros, no tan valientes, no tan cobardes, pero igualmente desesperados, daban a su hijo el último pedazo de comida que les quedaba y volvían a jurarse... conteniendo el grito... que antes de quitarse de en medio se llevan a algún cabrón por delante.

Ya veis... no mejoro...

Este agujero mio ya no puede gastar en flores, ni en espejos, ni siquiera en húmedos tratados... al menos mientras la sangre que ahora mismo empapa la maldita valla de Melilla no se me baje de la cabeza.


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